Francia ha encontrado en Dimitri Payet la tercera punta de su tridente, que completan Antoine Griezmann y Olivier Giroud. El jugador del West Ham se mostró como un complemento perfecto de los otros dos en el duelo inaugural de la Eurocopa.

No en vano, fue designado como el hombre del partido por los internautas. Asistente en el primer tanto, obra de Giroud, marcó el segundo, el que dejó a salvo los tres puntos para la selección de Deschamps.

Payet ha pasado en pocos meses de vilano a héroe. De carácter difícil, colérico, parecía casar mal en la balsa de aceite que quiere construir el seleccionador francés y por eso su encaje en el equipo ha costado tiempo.

Pero en esta Francia de circunstancias, donde unos se van por sus problemas judiciales y otros no llegan por sus desavenencias con el grupo, ha sabido aprovechar las oportunidades para ganarse al país.