Los disturbios que la noche del sábado tuvieron lugar en Marsella en los prolegómenos del Inglaterra-Rusia de la Eurocopa tuvieron ayer sus primeras consecuencias, con la amenaza de expulsión de ambos equipos lanzada por la UEFA y las restricciones de venta de alcohol dictadas por el Gobierno francés.

El Comité Ejecutivo de la UEFA se reunió de urgencia en París y su veredicto fue contundente al asegurar que no dudarán en expulsar a ambos países de la Eurocopa si esos hechos se repitieran.

El organismo que rige el fútbol europeo, responsable de la competición, urgió a las federaciones de Rusia e Inglaterra a que pidan a sus aficionados que no repitan los comportamientos que han marcado de forma dramática el inicio de la Eurocopa.