El triatleta español Javier Gómez Noya, plata olímpica en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y único quíntuple campeón mundial de toda la historia, agrandó ayer su leyenda al ser merecedor del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2016 por su brillante palmarés y sus valores de esfuerzo y perseverancia, según destacó el jurado.

Este galardón supone para el deportista gallego, vigente campeón del mundo, un reconocimiento a una carrera plagada de éxitos en la que sólo falta la medalla de oro olímpica, que buscará este verano en Río de Janeiro.

El acta del jurado, que estuvo presidido por el atleta Abel Antón, ha ensalzado el "incontestable y brillante palmarés" de Gómez Noya en un deporte que une la natación, el ciclismo y la carrera a pie.

Cinco títulos mundiales, una plata olímpica en Londres y cuatro campeonatos de Europa avalan a un deportista que el año pasado superó al británico Simon Lessing como el triatleta con más títulos mundiales de la historia.

El jurado también reconoció de Gómez Noya, al que la detección de una anomalía cardiaca le supuso en 2003 la retirada temporal de la licencia internacional, sus "valores de esfuerzo y perseverancia ante la adversidad" que le han llevado a demostrar "una enorme fortaleza y un encomiable espíritu de superación en toda su carrera".

Tras conocer su distinción con este galardón internacional, al que optaban veinte candidaturas de una decena de países, el gallego dijo sentirse "muy orgulloso" a asegurar que es algo "muy importante" para él "y para el triatlón".

Nada, pedalea y corre como ningún otro deportista sabe conjuntar esos verbos. Al menos, así lo indican las cinco coronas mundiales de triatlón de las que sólo él puede presumir. Medallista de plata en Londres, su meta es el oro olímpico en los Juegos de Rio de Janeiro (Brasil), al que apuntará en agosto. Mientras, ayer obtuvo el Nobel de los Deportes.

Cuando a Javier Gómez Noya, que lo ha ganado todo, se le pregunta por tres momentos en su brillantísima carrera deportiva, en dos de ellos se refiere a triunfos sobre los hermanos Brownlee -Alistair y Jonathan, con los que compartió podio olímpico en Hyde Park, hace cuatro años-, los rivales más potentes que se ha encontrado a los largo de su carrera. A los que se enfrentará de nuevo este fin de semana en su feudo de Leeds (Inglaterra), sede de la quinta prueba del Mundial. El otro momento cumbre, en 2003, cuando fue campeón del mundo sub-23.