Sólo la derrota por cuatro puntos en las semifinales contra el FC Barcelona, la única que cosechó el infantil del Heidelberg durante el Campeonato de España, privó a esta generación de campeones de pelear por el título. Tras ese varapalo frente al cuadro barcelonista, el gen ganador de este grupo le permitió rehacerse para vencer al Joventut en el enfrentamiento en el que se dilucidaba el inquilino del tercer escalón del podio. En la fase de grupos, los colegiales dejaron en el camino a Unicaja Málaga, Maresme y San Ignacio de La Rioja. En los cruces, antes de plantarse en las ya mencionadas semis, los isleños dejaron en la cuneta al Alcobendas madrileño en octavos y al Linares andaluz en cuartos.
Una trayectoria inmaculada para unos chavales que mantienen un idilio permanente con la victoria desde que la mayoría de ellos se juntaron en la categoría benjamín. A partir de ahí, su trayectoria se ha visto jalonada de títulos a nivel local y regional.
Desde que Pablo Peñate, don Pablo, lo lidera desde el banquillo, este equipo ha logrado cinco campeonatos insulares y cuatro entorchados regionales, además permaneciendo invicto durante todas estas competiciones.
Su entrenador, un nombre ilustre del baloncesto canario con el que se han forjado jugadores importantes y también fiel representante del espíritu del Rodríguez Monroy -la famosa factoría de talentos del CB Islas Canarias de Domingo Díaz y Begoña Santana, con los que compartió pista como jugadores-, considera claves tres aspectos que han convertido a su conjunto en una referencia: "Trabajo, talento y diversión".
El máximo responsable del banquillo colegial valora como "extraordinario" el tercer lugar conquistado por el Heidelberg infantil en el reciente Campeonato de España. "Que un equipo de colegio como nosotros compita de igual a igual contra clubes consagrados, que cuentan incluso con jugadores de fuera del país, supone un logro muy importante", afirma Pablo Peñate, orgulloso de los suyos.
"Aunque para muchos jugadores éste era su primer Nacional, pues algunos ya habían tomado parte como componentes de la selección de Canarias, teníamos mucha confianza, porque ya estamos acostumbrados a competir con equipos de nivel en los torneos que solemos jugar todos los años fuera de la Isla; esa experiencia nos ayudó", explicó el responsable del banquillo del equipo infantil del Heidelberg.
Por encima de individualidades, este conjunto del club colegial resalta por el valor que tiene el grupo. La gran mayoría de sus integrantes comparte pupitre desde hace años y eso es un plus para la unión de todos sus componentes, facilitándose el entendimiento sobre la cancha de juego. Además, esto ayuda a que no existan problemas de egos.
En esta exitosa trayectoria deportiva del equipo también resulta importantísima la implicación de los progenitores. "Su ayuda es fundamental. Todos se vuelcan completamente con nuestro día a día, acompañándonos a los partidos, poniendo sus vehículos a disposición para los desplazamientos... El buen rollo que transmiten los jugadores también se traslada al colectivo de los padres. Quiero destacar, además, el apoyo de la junta directiva del club, con el presidente Antonio López Gulias a la cabeza, y al centro educativo, con su director Miguel Ángel Montenegro al frente", manifiesta Pablo Peñate, un hombre trascendental en el crecimiento deportivo y humano de estos chicos. La importancia de su labor queda reflejada en una frase de Ignacio López-Sanvicente, a la sazón delegado y padre de uno de los jugadores: "Don Pablo ha tenido suerte al encontrase con una generación como ésta, y estos jóvenes han tenido mucha suerte de encontrarse con un entrenador como él. Todo se ha conjuntado".
El técnico del infantil del Heidelberg, amén del rendimiento deportivo, valora muy mucho la trayectoria académica de sus jugadores -"son también buenos estudiando", recalca-. Pablo Peñate apunta que en la plantilla existen chicos con madera para triunfar en el baloncesto, "pero esto ahora mismo es muy complicado vaticinar".
"Son conscientes de lo duro que resulta llegar a ser profesional de este deporte, porque entran en juego muchísimos factores, no sólo la calidad. Ellos piensan en el día a día, no escuchan cantos de sirena", manifiesta el entrenador del equipo, que vuelve a recalcar algo importante para él en este grupo, "que se divierten sobre una cancha de baloncesto". A ello hay que sumar que hablamos de jóvenes bastante responsables, "que cumplen las normas que tenemos sin tener la necesidad de estar recordándoselas".
