Las selecciones francesa e irlandesa se disputarán un billete para los cuartos de final de la Eurocopa en un partido con mucha miga puesto que da la posibilidad al conjunto isleño de tomarse la revancha por perderse la Copa del Mundo de Sudáfrica debido a una controvertida mano en el área de Thierry Henry.

Seis años y medio han pasado desde aquel triste episodio para el fútbol irlandés y, aunque la mayoría de los jugadores que pisarán el césped del Parc Olympique Lyonnais no lo vivieron en persona, el recuerdo sigue vivo en Irlanda.

Ocurrió un 18 de noviembre de 2009, en el Estadio de Francia, en el partido de vuelta de la eliminatoria de repesca clasificatoria para el Mundial de Sudáfrica. En el partido de ida en Dublín, Francia se impuso por la mínima.

Corría el minuto 103 de la prórroga, cuando Thierry Henry ayudándose de la mano en el área pequeña habilitó para Gallas y este rubricó el empate a uno final que dejaba sin Mundial a Irlanda. El conjunto británico llega eufórico al lograr meterse con una sorprendente victoria ante Italia gracia a un gol de Robbie Brady. El seleccionador irlandés Martin O'Neill podrá volver a contar con Jon Walters.

Ajeno a toda polémica sobre la mano de Henry, el seleccionador francés, Didier Deschamps espera que su equipo recupere la puntería. Para ello basa gran parte de sus esperanzas en el jugador más en forma de su equipo en este torneo, Dimitri Payet. El delantero del West Ham ha sido determinante para los suyos gracias a sus dos goles, que pudieron ser tres si uno de sus disparos no lo hubiera repelido el larguero, y una asistencia. Deschamps, que contó con tres días más de preparación que los irlandeses, se espera que regrese a la configuración de su debut en el torneo ante Rumanía con Paul Pogba y Griezmann al mando y los jugadores que descansaron o entraron en la segunda mitad contra Suiza: N'Golo Kanté, Blaise Matuidi, Olivier Giroud y, por supuesto, Payet.