Una aparición puntual de Ricardo Quaresma en los últimos minutos de la prórroga bastó a Portugal para eliminar a Croacia (0-1) y alcanzar los cuartos de final de la Eurocopa de Francia en un partido aburrido, sin disparos entre los tres palos durante casi 115 minutos y con una pobre actuación de Cristiano Ronaldo y Luka Modric, los teóricos cracks de lusos y croatas.

El cuadro portugués, a gusto sin la pelota, y el croata, sin saber qué hacer con ella, no dispararon entre los tres palos ni una sola vez en todo el primer periodo. Apenas hubo dos momentos de tensión que crearon algo de incertidumbre. El primero llegó nada más y nada menos que en el minuto 25, por medio del central Pepe. Croacia respondió poco después con una internada de Perisic.

El segundo tiempo trajo un poco de aire fresco. Fernando Santos,técnico portugués, movió el banquillo y sacó al campo al desaparecido André Gomes para dar salida a Renato Sanches. Su presencia sobre el césped agitó un poco el duelo. Croacia, aunque intentó dar un salto adelante, se quedó en el camino. Modric seguía sin carburar y sus compañeros lo seguían notando.

El duelo cogió un poco más de ritmo y, aunque las ocasiones claras seguían casi inéditas, hubo un par que pudieron desnivelar la balanza. Primero, Domagoj Vida, con un remate de cabeza que mandó fuera como hizo Pepe en la primera parte y en la misma portería. Y después, Renato Sanches, que tras una pared con Joao Mario no acertó a disparar hacia la portería de Subasic.

Esas intentonas de reactivar la eliminatoria no duraron muchos minutos. Por momentos, parecía que Portugal iba a dar el último empujón. De repente, todo cambiaba a favor de Croacia, en cuanto Modric lograba ofrecer algún pequeño destello. Pero eran todo espejismos.

El final se acercó irremediablemente. Ya no había ganas de arriesgar y la prórroga parecía un mal menor y llegó. Los actores principales, Cristiano y Modric, sobre todo el primero, no rindieron. Los secundarios, Rakitic y Nani, tampoco. Y sin sus ocurrencias, casi nada podía pasar excepto el tiempo añadido.

Es posible que jamás, a lo largo de los noventa minutos de un partido en toda la historia de las Eurocopas, pasara algo semejante: ningún tiro a portería. Y, en la prórroga, casi tampoco. Curiosamente, hubo dos seguidos que sentenciaron a la selección de Croacia.

Casi al final, el cuadro balcánico se envalentonó, empujó hacia arriba y Kalinic mandó un balón al poste. En el contragolpe, iniciado por Cristiano, Nani dio un punterazo extraño que recogió el propio Cristiano para disparar contra Subasic. El rebote lo recogió Quaresma y selló la eliminatoria.

Fue cruel. Croacia, que había jugado mejor al fútbol que su rival a lo largo del campeonato, se quedó por el camino. No podrán repetir la heroicidad de la generación de 1998 que quedó tercera en el Mundial de Francia. Mientras, a Portugal, se le despejó el camino hacia la final. Si Bélgica quiere, claro.