La selección española de baloncesto sub-17 termina el Mundial de Zaragoza con sabor amargo tras quedarse sin la medalla de bronce al perder por 81-63 ante una Lituania muy superior, justo un día después de fallar la final al perder contra Turquía en la prórroga. Los grancanarios Acoidan McCarthy y Javi López disputaron 20 y 7 minutos, respectivamente. El primero de ellos, alero del Real Madrid, tuvo su peor día y se quedó sin sumar en sus tres lanzamientos. Mientras, el base del Gran Canaria sumó 5 puntos.

El equipo español, entrenado por Alejandro Martínez, salió mal, con ataques trabados y errores en los rebotes que aprovecharon los bálticos, más intensos, con más energía y con unos contragolpes letales que hicieron que el partido se les pusiera muy de cara desde el primer minuto.

No le salía casi nada a España, que se mostró tocada anímica y físicamente tras verse apeada de la final a manos de Turquía después de una prórroga y al término del primer cuarto ya perdía por 23 a 8.

En el segundo cuarto se observó una cierta reacción de los anfitriones, recuperando la rapidez en sus ataques e intentando meterse en el partido, pero el rival no se durmió en ningún momento y siguió haciendo daño, por lo que finalmente la diferencia de puntos se mantuvo igual.

Sin embargo, tras el descanso, la progresión en el juego de los españoles se truncó y volvía a no salir nada, ni siquiera a la que ha sido la estrella del equipo en la competición, Sergi Martínez, el motor de España, con unos niveles de efectividad lejos de los habituales. En el último cuarto, los lituanos se marcharon definitivamente en el marcador e incluso la diferencia llegó a alcanzar los 25 puntos.

EEUU, campeón intratable

La selección de Estados Unidos cumplió con los pronósticos y derrotó en la final a la de Turquía por 40 puntos de margen (96-56). De esta manera mantiene su dominio y suma su cuarto título mundial sub-17, que no conoce a otro equipo campeón que el norteamericano.