Hacía tiempo que no se le veía tan satisfecho a Fernando Alonso tras una sesión de clasificación. La pequeña mejora en el propulsor Honda, el nuevo fondo plano del McLaren y las manos del asturiano en las famosas curvas enlazadas del circuito de Silverstone, con el pie siempre a fondo en el pedal del acelerador, sirvieron para que firmara un octavo mejor tiempo en la definitiva Q3... hasta que los comisarios se lo borraban de la pantalla por haber sacado las cuatro ruedas de su monoplaza fuera de la pista en una de las curvas prohibidas.

En todo caso, ahí queda la vuelta firmada por el bicampeón español, que ha logrado dar un pequeño paso adelante con el McLaren-Honda a lo largo de todo el fin de semana. Al serle anulada esa vuelta caía a la décima plaza, pero la sanción de cinco puestos a Sebastian Vettel por sustituir la caja de cambios de su Ferrari llevarán al ovetense a salir hoy desde la novena posición de la parrilla. Su mejor clasificación en esta su segunda etapa en McLaren, igualando la novena de este mismo año en Mónaco.

La pole, la sexta de la temporada, la cuarta en el trazado inglés y la 55ª de su carrera, fue para el héroe local: el británico Lewis Hamilton (Mercedes), por delante de su compañero de equipo, el alemán Nico Rosberg.

Una pole lograda no sin tensión. Y es que a Hamilton, que venía de firmar en la Q2 un estratosférico 1:29.243 en su única vuelta cronometrada, la más rápida dada en la historia en Silverstone, parecía que también le iba a valer con dar una única vuelta lanzada en la Q3 para hacerse con la pole. Marcó un tiempo de 1:29.339 que Rosberg no lograba superar (1:29.606), pero los jueces le aplicaban la misma norma que a Alonso por rebasar los límites de la pista con las cuatro ruedas en la curva de Copse, la novena, y perdía su registro.

Le quedaba el tiempo justo de montar un nuevo juego de neumáticos y salir para realizar un segundo intento. Un segundo balazo... que colocó en el centro de la diana: 1:29.287.

Hamilton y Rosberg en primera línea, con los Red Bull del holandés Verstappen y del australiano Ricciardo como alternativa. Un nuevco capítulo de la guerra entre las flechas de plata con los pilotos ya advertidos de que la firma germana no va a tolerar más accidentes entre ellos. Tensión máxima pues además en Silverstone puede estar el liderato de la general en juego.