La estadounidense Serena Williams se impuso a la alemana Angelique Kerber por 7-5 y 6-3, para revalidar su título en Wimbledon, donde suma ya siete coronas, e igualar los 22 grandes de la alemana Steffi Graf.

Con un tenis agresivo, sólida desde el fondo de la pista y más contundente que nunca con su servicio, Serena logró romper la igualdad del primer set en el decimosegundo juego, cuando en su segunda bola de break se hacía con la primera manga por 7-5.

La tónica se mantuvo en el segundo set, con una Serena Williams muy agresiva y segura al servicio (89 por ciento de puntos retenidos con su primer saque y 5 aces, además del servicio más rápido del torneo a 199,5 kilómetros/hora) y que precisó de apenas 34 minutos para apuntarse la manga y el partido por 6-3 e igualar con su victoria los 22 majors de Steffi Graf.

"Lo intenté en París pero no pudo ser, lo que hace que la victoria sea todavía más dulce ya que el camino ha sido muy duro", señaló la estadounidense, que perdió la final de Roland Garros ante la española Garbiñe Muguruza.

Murray frente a Raonic

Hoy se disputará la final masculina, en la que el local Andy Murray se medirá a Milos Raonic, el primer canadiense que llega a la final de Wimbledon.

Quizás por primera vez en su carrera, el británico Andy Murray afronta una final del Grand Slam, en Wimbledon, con el cartel de favorito colgado al cuello. Y cuando salte este domingo a la central de All England Club frente al canadiense Milos Raonic deberá lidiar con esa condición, si quiere ganar el tercer grande de su carrera.

Será la primera en Wimbledon, desde 2002 en la que no estarán, el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer o el español Rafael Nadal.