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De Luis Doreste a Rafa Nadal

El doble campeón de vela ha sido él único canario que ha portado la bandera de España en una cita olímpica

En la imagen superior e inferior el tenista Rafael Nadal, junto al ex ministro José Ignacio Wert y al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y junto a anteriores abanderados olímpicos: Isabel Fernández, Alejandro Abascal, Herminio Menéndez, Rodríguez Cal y Jaime Berenguer. Debajo, Pau Gasol en el desfile de Londres 2012, el waterpolista Manuel Estiarte en Sidney 2000 y el piraguista David Cal en Pekín 2008.

Veinte han sido hasta la fecha los abanderados españoles en unos Juegos Olímpicos de verano y todos con su historia. Salvo excepciones, los deportistas se habían ganado ese derecho con sus resultados en la anterior citas olímpica, y todos se sintieron orgullosos de llevar la enseñas en tan significativa reunión mundial de deportistas.

Luis Doreste Blanco, doble ganador de la medalla de oro en compañía de Roberto Molina dentro de la clase 470 y en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles y junto a Domingo Manrique en Barcelona 1992 dentro de la clase Flying Dutchman, ha sido el único canario que tuvo el honor de portar la bandera española en unos Juegos. Sucedió en Atlanta 1996, en lo que fue una auténtica fiesta, como recuerda el propio Doreste, que mientras llevaba la bandera algunos miembros de la delegación española incluso le rebasaron.

Lo de Luis Doreste fue realmente curioso, porque a él en realidad le correspondía llevar la bandera en los Juegos Olímpicos de Seúl, cuatro años después de colgarse el oro junto a Roberto Molina en Los Ángeles. Sin embargo, el Comité Olímpico Español optó por un cambio y decidió que la hermana del Rey y posterior esposa de Iñaki Urdangarín fuera la abanderada olímpica de España en Seúl 1988, donde viajó como suplente en la clase 470 de vela. El motivo lo desconoce un Luis Doreste siempre respetuoso y al que le quedó el pequeño honor de ser el abanderado entre los regatistas españoles, en una ceremonia que tuvo lugar a 400 kilómetros de Seúl, donde se disputaban las pruebas de vela y en las que su hermano mayor José Luis 'Josele' se colgó la medalla de oro en la clase Finn.

Cuatro años después la ciudad de Barcelona fue la organizadora y, como anfitriona, España tuvo la mayor presencia olímpica en la historia. Para este momento tan especial tampoco se miraron los méritos adquiridos por los medallistas en Seúl. La Casa Real tuvo su peso y el Rey Felipe VI, por entonces Príncipe de Asturias, fue el portador de la bandera en el desfile con el que se inauguraron el 25 de julio de 1992 y en el Estadio Olímpico de Montjuic los mejores Juegos para el deporte español. Hubo una impresionante cosecha de medallas, entre ellas trece de oro. Luis Doreste volvió a ganar otra en compañía de Domingo Manrique en la clase Flying Duchtman, y también se colgaba el oro Patricia Guerra en la clase 470 en la que formó tándem con Teresa Zabell.

A Luis Doreste le quedó la gran satisfacción de vivir otro momento inolvidable. Fue el elegido para leer el juramento olímpico, hecho que recuerda como mucho más importante que llevar la bandera porque fue en España en los únicos Juegos Olímpicos que se han organizado en nuestro país.

Pero como ya habían pasado dos olimpiadas y encima Luis Doreste ya había conquistado dos oros, al Comité Olímpico Español ya no tuvo ningún otro argumento para no concederle el privilegio de ser el abanderado en los siguientes Juegos, lo que tuvieron como sede la ciudad estadounidense de Atlanta. Luis lo recuerda como una fiesta en la que no hubo la formalidad de otros Juegos. "Fue todo un honor y todavía guardo la cinta en la que llevaba la bandera".

En la larga historia de los Juegos hubo otros momentos especiales. Por ejemplo, en los tristemente recordados Juegos de Munich 1972 por el ataque terrorista que le costó la vida a miembros del equipo de lucha de Israel, el abanderado español no tenía nada que ver con los Juegos de Verano. El elegido fue Francisco Fernández Ochoa, primer y único deportista español en ganar una prueba de esquí alpino. Fue en los Juegos Invierno de Sapporo 1972 y su hazaña nunca ha quedado en el olvido porque ningún otro ha podido repetirla. Paquito tiene un récord imbatible. No sólo fue el portador de la bandera en los Juegos de Sapporo antes de ganar el oro. En el verano siguiente paseó en un lugar destacado la bandera española por el Estadio Olímpico de Múnich y en los posteriores Juegos de Invierno, los de Innsbruck 1976 y Lake Placid 1980 también fue el portador.

Otro momento singular se registró en Moscú 1980, los Juegos del Boicot en plena Guerra Fría, en los que el piragüista Herminio Menéndez fue el abanderado pero por decisión del Gobierno desfiló bajo la bandera olímpica. Al menos España, que apoyó el boicot tras la invasión de la URSS en Afganistán, participó gracias a la gestión de Juan Antonio Samarach, por entonces embajador en Moscú.

Más reciente todo ha discurrido con normalidad hasta llegar a las últimas citas. Manuel Estiarte, uno de los mejores waterpolistas del mundo, fue el abanderado en Sidney 2000; la judoka Isabel Fernández fue la segunda española en tener ese honor en Atenas 2004, el gran piragüista David Cal en los Pekín 2008 y Pau Gasol en los últimos los de Londres 2012 debido a una lesión del tenista Rafa Nadal, que ahora es el designado por el COE para Río 2016, no sin polémica porque hubo una recogida de firmas para que la nadadora Mireia Belmonte, en estos días en Gran Canaria, fuese la abanderada.

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