Julia Castro era una de las grandes promesas del atletismo. Sus 5 medallas de oro en el Campeonato de Canarias y 7 medallas en el Campeonato de España, así lo atestiguan. Pero una inoportuna lesión de rodilla acabó con la majorera en una tabla surcando las aguas.
Como dice ella, "estaba escalando un edificio de seis plantas, después de todo ese tiempo subiendo escaleras cuando estaba a punto de alcanzar la cima caí en picado. Todo lo que había logrado se esfumó. Estaba abajo y miraba hacía arriba y me daba cuenta de que ya no podía volver". Cuando estás llegando a la meta y caes el mundo se desmorona, pero si hay algo que no se debe perder nunca es la esperanza, porque la vida siempre da segundas oportunidades.
En 2010, cuando estaba trabajando de camarera en una de las competiciones que se celebraban en la Playa de la Barca, uno de los chicos que competía le ofreció probar el kiteboard, "me llevó en su espalda y la sensación fue increíble. Comencé cambiando fotos por clases y mira hasta donde he llegado", señala Julia Castro.
La vida le dio una segunda oportunidad y la pasión por el deporte regresó, "con el kitesurf volví a recuperar la ilusión". Pero a Julia le gustan los retos y con el kitesurf ya dominado buscó una nueva aventura, "iba volviendo tras un Campeonato de España y me llamó un amigo, me dijo que pasara por Almería, que tenía que probar una nueva modalidad, el wakeboard. Y allí que fuí. En medio de unas montañas había una instalación de cable ski", y una vez más una tabla acabó atrapando a esta joven.
Wakeboard
"La diferencia entre el kitesurf y el wakeboard, es que en este último hay dos torres y un sistema de poleas que son las que tiran de nosotros para que nos deslicemos sobre el agua", y a esta nueva modalidad Julia decidió dedicar todos sus esfuerzos durante un año.
El wakeboard es poco conocido en España y una de las peculiaridades está en que en Canarias no se cuenta con ningún cable ski. "Tengo que desplazarme hasta Barcelona para entrenar y este invierno me fuí tres meses a Filipinas".
Si haces algo, hazlo con la mayor de las pasiones y nunca será un fracaso y éste es su caso, "este año aposté todo por el wakeboard, y tuvo su recompensa. Dediqué todos mis esfuerzos" no sólo en los entrenamientos sino en la recuperación de una lesión en el hombro con la que aparecieron todos los fantasmas del pasado. "Llegó cuando estaba en mi mejor momento y pensé que todo se había vuelto a esfumar", señala. Son situaciones en las que mantener la cabeza fría se convierte en algo determinante.
Con mucha paciencia, Julia pudo volver al agua, "fue muy complicado. La lesión, la operación, la recuperación y cuando parecía que volvía. Todo se volvió a complicar". En Filipinas sufrió una recaída, "fue otro mazazo, no me lo esperaba, fue muy duro porque me quedé peor de lo que estaba. El dolor por momentos era insoportable".
Pero ni estos problemas físicos han logrado frenar su progresión, "el dolor siempre está ahí. De momento no ha desaparecido, pero he aprendido a sobrellevarlo. Ahora he encontrado una especie de rodillera pero para el hombro, que ha sido mi salvación". Fue así y a pesar de esos problemas el pasado fin de semana se proclamó Campeona de España de Wakeboard en Benidorm.
"Por un lado me esperaba ganar, pero por otro no. Los días previos y durante la competición estaba muy nerviosa, pero el esfuerzo tuvo recompensa". El deporte le devolvía a Julia todo lo que anteriormente le había quitado.
La recompensa a la paciencia, al sacrificio, al trabajo y al tesón llegaron para Julia en el momento que se subió al primer escalón del podium. Como dice ella, "en ese momento todo tuvo sentido, fue la recompensa a la lucha, a las horas empleadas en los entrenamientos y a todos esos golpes que me había dado por el camino".
Destacando en dos deportes, en los que ha tenido reconocimiento, la pregunta obligada es, ¿por cuál se inclina más? Si hacemos un símil comparativo es cómo, ¿a quién quieres más, a papá o mamá? No es una pregunta con fácil respuesta, y eso mismo le pasa a Julia: "no puedo decantarme, el kitesurf me dio la vida y el wakeboard me encanta. Por lo que me es imposible quedarme con uno".
Así que, llegados a este punto, no queda otra que planificarse y repartir el tiempo, "todo depende de las competiciones a las que vaya a asistir, pero intento organizarme lo mejor posible. Además, son dos deportes que se complementan muy bien, así que intento compaginarlos. Con la diferencia de que cuando estoy en Fuerteventura sólo puedo practicar kitesurf, para el wakeboard me tengo que desplazar fuera. Solemos entrenar unas dos o tres horas diarias y se combina con las sesiones de gimnasio".
El tiempo no para y Julia ya tiene ante sí un nuevo objetivo: "tenía previsto participar en la carpa, pero no habrá freestyle. Así que, ahora espero que me llamen para representar a España en el Campeonato del Mundo de Wakeboard, que se va a celebrar en Israel", cuenta con ilusión y emoción. Además, tiene un secreto: "nunca he estado en Israel y es un país que me encantaría visitar", una razón más y un nuevo sitio que conquistar.
Ilusión, ganas y alegría es lo que desprende esta joven majorera. Hasta el momento no lo ha tenido fácil, pero así se saborean más las cosas y bien lo sabe Julia.Se podría decir que con el paso del tiempo el kitesurf y ahora el wakeboard le han dado lo que una inoportuna lesión de rodilla le quitó. Las segundas oportunidades están para aprovecharlas y eso está haciendo ella agarrándola con las dos manos y con mucha fuerza.
