Si a Marc Márquez (Honda) le dejaran elegir un circuito con toda seguridad sería el alemán de Sachsenring, donde ayer sumaba su séptima victoria consecutiva, las cuatro últimas en la categoría reina. Una victoria especial, de muchos quilates, tanto por la manera de conseguirla como por el valor especial de los puntos dados los resultados de sus máximos rivales en la lucha por el campeonato como son Jorge Lorenzo y Valentino Rossi con las Yamaha. Y es que Márquez llega a la pausa estival tras haberse disputado diez de las 19 citas del campeonato con una renta de 48 puntos (casi dos carreras) sobre el balear y de 59 sobre el transalpino. Es decir, con medio título en el bolsillo.

Fue una victoria pura de estrategia en una carrera marcada inicialmente por una fina lluvia y que terminó decidiéndose por un carril en seco por el que voló el piloto de Cervera. Una victoria especialmente difícil, pues a pesar de salir desde la pole pronto se vió que a la Honda la faltaba agarre a la hora de tomar las curvas y en la cuarta vuelta Márquez había caído hasta la cuarta plaza, superado por el trío italiano Petrucci, Dovizioso y Rossi.

Y peor que se le pusieron las cosas al español al cumplirse el décimo giro de los 30 a los que estaba señalada la carrera, cuando hacía una excursión por la grava evitando por un pelo la caída. Cuando regresó a la pista lo hacía en novena posición. En el ecuador de la prueba Márquez marchaba octavo, con el único consuelo de ver cómo Lorenzo volvía a naufragar y era decimocuarto. Pero entonces el equipo Honda supo leer como nadie el futuro de la carrera y se lo jugaron todo a una carta. La pista empezaba a marcar un mínimo carril seco e hicieron entrar al garaje al piloto de Cervera para que cambiara de montura y de neumáticos, montando los de seco.

Fue una jugada tan arriesgada en los primeros giros (Marc regresaba a la pista en decimocuarta posición) como pronto se comprobó que acertada. Como el pilotaje final de Márquez, a quien trambién echaba un cable en sus aspiraciones de lograr la tercera corona de la categoría su compañero Dani Pedrosa superando en la última vuelta a un Rossi que acabó octavo. Ahora llega un descanso hasta el 14 de agosto (Austria) y con nueve carreras por delante a Marc ya le vale con ser segundo en todas para ganar el título.