Diecinueve de julio de 2016. Casi seis meses antes de que se dispute la octava edición del Gran Canaria Maratón se conocen los nombres de las tres empresas -en realidad dos de ellas serán UTES (unión temporal de empresas)- que aspiran a organizar las dos próximas ediciones de la gran cita de enero del deporte en las islas.
Todos los aspirantes coinciden en que es muy poco tiempo para poder hacerlo, pero se lanzan a la aventura por el sistema de adjudicación que incluye también el año siguiente, 2018.
Este concurso que se publicó a finales de junio y que encerraba bastante complejidad, guarda además una especie de caramelo con sabor a veneno y es que incluye una cláusula que penaliza al organizador con 150 euros por cada corredor menos de la cifra de 1.300 que logre atraer a la inscripción de la prueba reina, la de 42.195 metros. En 2016 la inscripción no alcanzó los 800 corredores en la distancia de maratón por lo que si volviese a reproducir la situación, la organización debería pagar al Cabildo de Gran Canaria la cifra de 75.000 euros.
Como es sabido, atraer maratonianos no es sencillo, puesto que se trata de un tipo de atleta, social, en su mayoría, que busca retos personales como pueden ser disputar la Maratón de Nueva York, Berlín, Boston, Roma, etcétera. Y, además, suelen planificar con mucha antelación sus participaciones.
Pese a todo, el concurso lanzado por el Instituto Insular de Deportes no ha atraído la atención del organizador del año anterior, DG Eventos, quien no se presenta en unión de la empresa madrileña Last Lap, como estaba previsto. Last Lap concurre en solitario y tiene en su currículo un buen número de eventos en distintas ciudades.
También el Grupo Juan Armas Sport, de reciente creación en este campo, pero que cuenta con la experiencia de profesionales como Orlando Montesdeoca, quien ya estuvo en las primeras ediciones del Gran Canaria Maratón, y de José Hernández, ahora al frente de Solventia, también con experiencias en pruebas de parecida índole y contará con el respaldo de la multinacional Octagón.
Y por último, las empresas canarias Lude Servicios y Top Time Eventos se han unido junto a la peninsular Motorpress Ibérica para tratar de ganar un concurso en el que se valorarán diversos aspectos por parte de los responsables del Instituto Insular de Deportes en materia de organización, propuesta de recorridos, capacidad de atraer corredores y de generar recursos propios que rebajen las cantidad de 350.000 euros con la que de inicio participa el Cabildo.
Cabe significar que para la edición de 2016, la mejor de las siete celebradas, tras los grandes fiascos de Lucas Bravo de Laguna como consejero de Deportes, la empresa organizadora comenzó a trabajar el 24 de noviembre de 2015, es decir, sesenta días antes.
