A sus 22 años, Garbiñe Muguruza es el futuro del tenis español como ha demostrado estos últimos años plantándose en la final de Wimbledon y ganando su primer Roland Garros. De esta forma, casi dos décadas después, la tenista hispano-venezolana sigue los pasos de Conchita Martínez y Arantxa Sánchez Vicario.

Te contamos algunos aspectos de la vida de Garbiñe Muguruza que quizás desconozcas:

Tiene 22 años. Nació en Guatire, Venezuela, el 8 de octubre de 1993. A los seis años se trasladó a España, donde se ha formado como tenista en la Academia Bruguera de Barcelona.

Su padre, José Antonio Muguruza, es vasco y su madre, Scarlet Blanco, venezolana; por este motivo, Garbiñe tiene la doble nacionalidad.

Curiosamente, su ídolo es la tenista estadounidense Serena Williams (34 años) a quien ha vencido este sábado en la final de Roland Garros. Muguruza se ha vengado y ha conquistado su primer título de Grand Slam ante la estadounidense, que la derrotó en la final de Wimbledon del año pasado.

Mide 1,82 metros y pesa 73 kilos, su físico es un gran aliado para golpear la pelota de forma precisa y agresiva.

Garbiñe supo desde adolescente que quería dedicarse al tenis y dejó de estudiar al acabar bachillerato para "dedicarse en cuerpo y alma a este deporte".

Lo único que no le gusta del tenis es la soledad que a veces conlleva: "Hay que viajar mucho desde muy joven y eso te hace aislarte, pasas mucho tiempo sola y te vas distanciando de tus amigos", según recoge la revista Telva.

El día más importante en la carrera de Muguruza fue cuando derrotó a Serena Williams en Roland Garros en junio de 2014.

El peor momento de su profesión fue en 2013 cuando tuvo que ser operada por una lesión de tobillo. No pudo esperar para empezar la recuperación y estuvo entrenando sobre una silla.

Sus trucos para motivarse: música de David Guetta y hablarse a sí misma durante el partido.

Le encantan los dulces, tanto hacerlos como comerlos, sobre todo el coulant de chocolate.