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Fútbol Playa

Un objetivo mundial

Raúl González es árbitro de Segunda B y de fútbol playa, deporte en el que aspira a dirigir el campeonato de selecciones que se disputará en Bahamas de 2017

Raul González, árbitro internacional de fútbol playa, en Las Canteras. JUAN CARLOS CASTRO

Raúl González comenzó a arbitrar hace trece temporadas, cuando contaba con sólo quince años. Hasta entonces había practicado el fútbol con regularidad, pero por las condiciones en las que jugaba decidió dejarlo. "En aquella época jugábamos en campos de tierra, me reventaba las piernas y acabé harto", recuerda González. Sin embargo, él quería seguir involucrado en este deporte, así que decidió vivir al fútbol desde una perspectiva diferente. El grancanario empezó en el arbitraje de la forma habitual, pitando partidos de categorías infantiles y juveniles. Poco a poco fue progresando hasta ascender a la Segunda División B.

Su iniciación como árbitro de fútbol playa se dio por mera casualidad. Hace cuatro años Jesús Rubio Cano, el coordinador, le comunicó que había una vacante en el comité de árbitros nacionales. "Me picó la curiosidad con el tema del fútbol playa. Este deporte ofrecía unas condiciones nuevas, con arena y un público que espera un gran espectáculo; la verdad es que engancha", señala González. Ahora tiene opciones de ser el primer árbitro canario que pitará en un Campeonato Mundial de Fútbol Playa.

Se encuentra en su primera temporada como árbitro internacional y obtuvo el primer puesto en la clasificación de las pruebas realizadas en Valencia por el Comité Nacional, en las que participaron un total de 16 aspirantes. "El curso para ascender a árbitro internacional es duro e incluye pruebas de todo tipo, desde ejercicios de inglés, hasta exámenes teóricos y pruebas físicas. No es fácil, hay que trabajárselo", explica González. Además, los que hayan superado estas pruebas deberán pasar varios controles anuales si quieren mantener la categoría. La FIFA hizo efectivo su nombramiento como árbitro internacional de fútbol playa el uno de enero de 2016.

Su debut fue en una fase clasificatoria de la Euro Beach Soccer, y el árbitro afirmó estar "muy contento" con su actuación. Este torneo de selecciones europeas se juega en cuatro etapas, y a él le tocó arbitrar la fase eliminatoria que sé celebró en la localidad gallega de Sanxenxo (Pontevedra). Entre los días 25 y 28 de este mes tendrán lugar las finales en Catania (Italia).

"El fútbol 11 y el fútbol playa son dos mundos completamnete diferentes, y respecto al arbitraje, cada modalidad exige requisitos distintos, señala el árbitro grancanario. González declara también que quedó fascinado con el ambiente y y la deportividad existente en el fútbol playa. "La diferencia más significativa es que el fútbol playa es un deporte mucho más espectacular, desde que saltas a la arena hay mucho más feeling con la grada. Además está el speaker y se permite la música; se crea un ambiente que favorece la participación del público. Es más divertido y dinámico que el fútbol convencional, es todo un espectáculo", añade el colegiado.

Presencia en Primera

Raúl González también cuenta con una larga trayectoria dentro del futbol 11. Desde hace tres temporadas pita partidos de Segunda B y ha llegado a participar como cuarto árbitro en varios encuentros de Primera, como por ejemplo un Athletic-Levante. "Me hizo mucha ilusión arbitrar en San Mamés; hubo muy buen ambiente y pude trabajar en un campo histórico. Es todo un orgullo poder vivir el fútbol profesional desde dentro, sobre todo teniendo en cuenta que es algo que la mayoría de la gente paga por ver", reconoce. También recuerda con alegría un Valencia-Málaga, ya que pitó con el estadio lleno, frente a cerca de 40.000 aficionados.

Al contrario que algunos de sus compañeros de profesión, Raúl González ha tenido la suerte de no haberse visto involucrado en ningún altercado violento dentro del fútbol profesional. "Todos los partidos tienen su cosa, pero hasta este momento yo no he tenido ningún problema de este tipo. Otros compañeros han tenido que salir escoltados del estadio, y algunos hasta han llegado a sufrir agresiones", comenta. De hecho, González afirma que donde más violencia ha visto es en los partidos de categorías inferiores. Esto se debe, sobre todo, al hecho de que apenas hay presencia de fuerzas de seguridad. "En las categorías infantiles es donde se ve más violencia en las gradas. Debería ser una etapa educativa, pero parece que es al revés; algunos padres creen que van a vivir de sus hijos", apunta.

Esta es otra de las razones por las que González prefiere el ambiente que se respira en el fútbol playa. Dice de este deporte que "hay contacto pero no es violento". El árbitro canario advierte diferencias hasta en la actitud de los jugadores y los espectadores, ya que éstos van a divertirse, pasar un buen rato y a disfrutar del espectáculo. Además, en el fútbol playa no hay intereses multimillonarios, de forma que los deportistas, al verse liberados de presiones económicas, pueden desarrollar el juego con más tranquilidad. González admite que en el tiempo que lleva arbitrando fútbol playa todavía no ha visto ninguna agresión o tangana.

El sueño Bahamas

Como árbitro internacional su próximo destino será la ciudad italiana de Jesolo, donde arbitrará en el clasificatorio europeo de la Beach Soccer World Cup 2017. "Mi objetivo es hacer un buen papel en el clasificatorio, si todo sale bien tendré muchas posibilidades de arbitrar en el Mundial", declara González. Antes de una cita de semejante importancia, el árbitro internacional tendrá que pasar un chequeo. Éste consiste en una serie de pruebas físicas y psíquicas que demuestren que está capacitado para pitar encuentros deportivos del máximo nivel.

Si en septiembre González hace una buena actuación en el clasificatorio de Jesolo, tendrá muchas papeletas para arbitrar en el Campeonato mundial de Fútbol Playa. Dicho torneo se celebrará en Nassau, la capital bahameña, en 2017. "Pitar en el campeonato Mundial es lo máximo a lo que puede aspirar un árbitro. Para mí asistir a Bahamas sería un auténtico orgullo y más teniendo en cuenta que puedo ser el primer canario en disfrutar de un privilegio como ese", afirma González.

A pesar de que el fútbol playa despierta interés en muchos lugares de Europa, el colegiado comenta que España es el país donde cuenta con mayor popularidad. González explica que en los países del norte la gente no vive este deporte de la misma manera, y que la afición española crea un ambiente mucho más intenso.

A lo largo de su carrera, Raúl González ha tenido la oportunidad de trabajar junto a algunos de los grandes de su profesión. El ejemplo más representativo es el árbitro conejero Alejandro José Hernández Hernández, que actualmente pita en Primera División y ha dirigido partidos muy importantes. "Alejandro es un auténtico crack, tanto dentro como fuera del campo, y en poco tiempo pitará en la Champions. Es un lujo poder aprender de alguien como él", sentencia González.

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