El Atlético de Madrid estrenó la nueva temporada con un empate en el Vicente Calderón contra el Alavés, un muro insuperable para el conjunto rojiblanco hasta el minuto 92, cuando un penalti transformado por el francés Kevin Gameiro le puso por delante, aunque instantes después Manu García empató con un ajustado y certero disparo.

Ya se sentía entonces ganador el conjunto rojiblanco, que siempre propuso mucho más y dispuso de ocasiones para ganar, pero a veces con una sensación de atasco, sin un plus de creatividad y desborde para superar el planteamiento defensivo de su adversario, unos momentos inabordable y otros resistente para celebrar su vuelta a la elite con un notable empate, conseguido cuando ya parecía derrotado.

El Atlético no ha cambiado apenas nada. Sólo algún retoque de sistema -partió desde un 4-2-3-1 mutable al 4-4-2 posterior- y con la única novedad en el once, la del francés Kevin Gameiro, que marcó en su debut.