Desde Montreal 1976 el equipo español de vela ha conseguido al menos una medalla en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos, con la excepción de Sídney 2000, en la que se lograron cinco diplomas. La historia se repitió en Río de Janeiro 2016. En esta última edición de los Juegos ningún regatista español pudo optar al metal, siendo ésta la segunda vez en los últimos 40 años en la que España no consigue presea en este deporte que tantos éxitos ha dado.

Muchos de los nombres más destacados de este deporte proceden de la provincia de Las Palmas. Éstos son: los grancanarios José Luis y Luis Doreste, Patricia Guerra, Fernando León y Domingo Manrique; y Roberto Molina, natural de Lanzarote. Todos estos deportistas han tenido la ocasión de ampliar la larga lista de éxitos deportivos de la que hace gala nuestro país, y gracias a su esfuerzo todos recibieron el máximo galardón al que puede aspirar un regatista: el oro olímpico.

El primer canario en hacerse con este triunfo fue Luis Doreste Blanco. Esta leyenda del Real Club Náutico de Gran Canaria es también el primer atleta español que consiguió dos medallas de oro: la primera en la clase 470 en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, y la segunda en la clase Flying Dutchman en Barcelona 1992. Gracias a su impresionante trayectoria fue escogido como abanderado de España en su última participación olímpica, Atlanta 96. Josele, su hermano mayor, también destacó en este deporte, y en los Juegos de Seúl 1988 también se hizo con el oro en la clase Finn. "Creo que la vela española goza de buena salud, que en estos Juegos el equipo no haya conseguido medalla no tiene que poner en duda cuatro años de trabajo duro. En este sentido estamos obsesionados con las medallas", apunta Luis Doreste. El ganador de dos oros olímpicos comenta también que existe un excesivo profesionalismo, y que entre las diferentes clases hay una competitividad excesiva, que hace que cada una vele por sus intereses y pierdan de vista los objetivos que tienen como conjunto.

A Río acudió la grancanaria Tara Pacheco, que compitió en la clase Nacra 17 junto a Fernando Echávarri, medallista de oro en Pekín 2008. Por desgracia la pareja tuvo que conformarse con la undécima posición en la clasificación general, por lo que no pudo entrar ni siquiera en la Medal Race a la que aspiraba.

Un trabajo de cuatro años

Patricia Guerra Cabrera, ganadora de una medalla de oro en la clase 470 en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y de un oro y una plata en los Mundiales de 1992 y 1993, respectivamente, cree que los regatistas españoles hicieron un buen trabajo en los últimos Juegos, pero que "les faltó algo de suerte". Hace tiempo que Guerra se encuentra desvinculada de la Real Federación Española de Vela, pero ha seguido de cerca las competiciones de Río de Janeiro, y afirma que en muchas de ellas los atletas españoles tuvieron opciones de aspirar a la medalla. "Estuve pendiente de las chicas del 49er FX (Támara Echegoyen y Berta Betanzos). A lo largo de todas las carreras consiguieron buenos resultados y hasta el último momento tuvieron opciones", comenta la medallista canaria. Guerra explica también que los Juegos Olímpicos son difíciles y la competencia es muy dura, y que cuando uno se pone metas de ese calibre es preciso realizar un gran esfuerzo para alcanzarlas. No obstante, la regatista olímpica le ve también un lado positivo a la situación: "Esto también es bueno; la gente suele dar por supuesto que en todos los Juegos Olímpicos España se llevará alguna medalla en vela, pero no son conscientes de que detrás hay cuatro años de trabajo y de que durante la competición los atletas están a merced de multitud de factores que no controlan", añade Guerra.

El también oro olímpico Domingo José Manrique de Lara Peñate, que consiguió la medalla en Barcelona 92 junto a Luis Doreste en la clase Flying Dutchman, también opina que el equipo español de vela tuvo una buena participación en Río de Janeiro. Manrique señala que: "En España nos hemos acostumbrado a llevarnos siempre alguna medalla, pero a veces las cosas no salen como uno quiere".

El regatista alabó el esfuerzo de los miembros del equipo olímpico nacional, de los cuales dijo que es una pena que sólo se les tengan en cuenta los méritos conseguidos en los Juegos Olímpicos, ya que en las últimas competiciones internacionales han obtenido excelentes resultados. Parece que sólo compiten para los Juegos, pero hay que fijarse en toda su trayectoria", explica Manrique. El grancanario asegura estar satisfecho con los últimos Juegos, pero comenta que "como regatista me da un poco de rabia el hecho de que no nos hayamos llevado medalla en vela".

Palabra de otro oro

Fernando León Boissier participó en cuatro ediciones de los Juegos Olímpicos entre 1988 y 2000. Es el último deportista canario que ha ganado el oro en los Juegos, mérito que consiguió en Atlanta 96, en la clase Tornado. León asegura que este tipo de situaciones pueden pasar dentro del deporte y que los resultados no siempre se corresponden al potencial del equipo.

"Si se observan los resultados que han obtenido en las últimas competiciones, uno se da cuenta de que España tiene un equipo fuerte. No obstante, los Juegos Olímpicos son una competición especial y muchas veces son los pequeños detalles los que deciden el resultado. Desde fuera es fácil juzgar la actuación de los deportistas, pero son ellos mismos los que deben analizar sus fallos", sentencia el regatista.