Un año más, al Herbalife Gran Canaria le ha tocado reinventarse. Las salidas de tres de los hombres más importantes del curso pasado como fueron Alen Omic (Anadolu Efes), Kevin Pangos (Zalgiris Kaunas) y DJ Seeley (Maccabi Tel Aviv) obligaba al Granca a rastrear de nuevo el mercado en busca de alternativas sólidas que dieran vigencia al proyecto. Una reconstrucción donde también entraba encontrar con sustitutos de garantías para Brad Newley, intocable en los últimos cuatro curso, y Sitapha Savané. Este verano de reformas se cerró la semana pasada con la contratación del estadounidense Bo McCalebb, uno de los bases más determinantes en el último lustro en el baloncesto continental.
El fichaje de McCaelbb deja un as en la manga al Granca. Tanto él como Richard Hendrix poseen pasaporte macedonio, o lo que es lo mismo, son comunitarios y no ocupan plaza de extranjero. La elección de ambos jugadores con su nacionalidad marcada en rojo no es fruto de la casualidad. Y es que la dirección deportiva del Herbalife Gran Canaria quiere cubrirse las espaldas por lo que pueda suceder en el futuro. De los cuatro fichajes que ha hecho el Granca durante el verano (Royce O'Neale, Darko Planinic, Richard Hendrix y Bo McCalebb), solo el primero de ellos cuenta con plaza de extracomunitario.
Y es que el Granca, al igual que sucedió el año pasado, ha hecho este movimiento a propósito. El último curso, la entidad de La Vega de San José arrancó la campaña con solo un jugador extracomunitario: el australiano Brad Newley. No obstante, la enfermedad de Kyle Kuric obligó al Herbalife a salir de nuevo al mercado en el auge de la temporada para buscar un sustituto de ciertas garantías en el puesto de escolta.
Así, el director deportivo del Granca, Berdi Pérez, encontró a DJ Seeley, que no terminaba de cuajar en el Besiktas tras su paso por el Manresa de Pedro Martínez el curso anterior. Su llegada dio al equipo más opciones ofensivas que se complementaban bien con el resto de posibilidades exteriores que tenía el Granca. Una llegada, desgraciada por las causas -el meningioma cerebral al que tuvo que enfrentarse Kuric-, pero positiva en cuanto a resultados.
De esta manera, el Granca se guarda de nuevo la posibilidad de acudir al mercado con una licencia de extracomunitario abierta. El futuro puede deparar lesiones o tiros errados en los fichajes y, desde las oficinas del club se apueta por guardar una bala más en la recámara.
Al contrario que otros años, este verano el Granca ha virado en algo su política de incorporaciones. El caso más claro son el pívot Richard Hendrix y el base Bo McCalebb. Entre ambos jugadores suman 197 partidos en la Euroliga -91 Hendriz y 106 McCalebb-. Las dudas con el primero se centran en su estado físico, tras un año complicado en Málaga -con una enfermedad de su hijo incluída-. En este periodo estival, el jugador nacido en Athens se ha estado ejercitando en solitario para estar a punto. En el segundo, si podrá recuperar su nivel de determinación en el juego del equipo.
En cualquier caso, el Granca, que ha dado por cerrada su plantilla, posee un buen colchón por si algo sale mal. De momento, el Iberostar se asoma el sábado como primera piedra de toque.
