Huracán Nadal. El tenista español confirmó que la recuperación de la lesión de la muñeca izquierda es todo un hecho y lo demostró al cerrar la tercera jornada del Abierto de Estados Unidos con un triunfo convincente por 6-0, 7-5 y 6-1 frente al italiano Andreas Seppi. Un vendaval de tenis y pundonor en el cemento.

Nadal, cuarto cabeza de serie, logró su pase a la tercera ronda por décima vez, en las 12 participaciones que lleva en el último torneo de Grand Slam, que ha ganado dos veces. Y se las verá con el ruso Andrey Kuznetsov, que se convirtió en el verdugo de su compatriota Albert Ramos Vinolas (31), al que ganó por 7-5, 6-4 y 7-6 (5), siendo la única derrota que se dio en la jornada dentro del tenis masculino español.

El duelo entre ambos será el cuarto como profesionales y Nadal tiene ventaja de 3-0, incluido el último triunfo que logró este año en el Masters de Madrid, sobre arcilla.

Resurrección y varapalo

Antes de la victoria de Nadal habían llegado las de Nicolás Almagro que se impuso por 7-6 (5), 6-4 y 7-6 (9) al uruguayo Pablo Cuevas, decimoctavo cabeza de serie y la de Roberto Bautista Agut, decimoquinto favorito del torneo, que ganó 5-7, 6-2, 6-3 y 6-2 al argentino Delbonis.

Con esos antecedentes ganadores como una motivación más en la apoyarse Nadal, el tenista español saltó a la pista Arthur Ashe después que ocurriese, en el mismo escenario, la eliminación de su compatriota Garbine Muguruza, tercera cabeza de serie en el cuadro femenino.

De ahí que comenzó el partido arrollador sin darle ningún tipo de respiro a Seppi, número 87 en la clasificación mundial, que se limitó a ver el tenis de exhibición que desarrollaba Nadal, que en 39 minutos lo dejaba en blanco. Puro talento.

El segundo, sirvió para que Nadal le diese un respiro a su rival y también permitir que los aficionados que pagaron para verlo en acción tuviesen un poco de aliciente y no fuese sólo un monólogo de su tenis.

Nadal, que necesitó dos horas y 17 minutos para conseguir la victoria, dejó una estadísticas de 23 golpes ganadores con 28 errores no forzados, pero estuvo seguro con el resto para aprovechar 8 de 12 break.

Sin piedad bajo el ruido

El tenista catalán Marcel Granollers se quejó del ruido en la pista central del Abierto de Estados Unidos, en la que fue batido por el británico Andy Murray -segunda cabeza de serie-.

"El ruido está y es molesto para jugar. Hay más ruido que antes y con la lluvia ya es de locos. No sientes que estás pegando la bola ni casi oyes al árbitro", contó a los periodistas. "No era fácil concentrarse", señaló el catalán, que apuntó que en cualquier caso es algo que "sufrían" ambos. De Murray, que consiguió imponerse por 6-4, 6-1 y 6-4, Granollers señaló que se encuentra en "un momento dulce", incluso "a un nivel superior que antes".

"Está jugando mejor también porque está más confiado. Realmente es un jugador al que las cosas le van bien, que gana partidos y se siente cómodo en la pista, pues se ve capaz de todo", apuntó Granollers, que señaló que Murray es "uno de los favoritos" para ganar el torneo en Flusing Meadows.

El tenista catalán, que consiguió aguantar el ritmo al británico pese a no superarle, y que mantuvo el tipo en su juego de puntos largos, dijo sentirse orgulloso de "haber jugado muy bien", determinó.

La nota épica de la jornada la puso Pablo Carreño Busta que besó la tercera ronda tras liquidar al serbio Janko Tipsarevic 3-6, 4-6, 6-1, 6-1 y 6-4. El partido se suspendió dos horas por la lluvia y se invirtió el dominio del juego tras la lluvia favor del español. Carreño Busta se citará ahora con el austríaco Dominic Thiem, uno de los firmes aspirantes a la corona de Nueva York. Igual que Nadal, un huracán de técnica para sepultar las dudas de su lesión.