Regresa a Gran Canaria tras el quinto puesto en los Juegos de Río. Diploma con aroma a medalla. ¿Qué valoración saca de su presencia en la cita olímpica?
Fue un torneo muy especial, no sabíamos lo que nos esperaría porque el golf no era olímpico desde hace 112 años. Nunca habíamos crecido o soñado con las Juegos y fue una experiencia excepcional. Con relación a la convivencia, formidable. Respiras un ambiente sano con deportistas de todo el planeta. Daba igual la procedencia, no había discusiones ni mal rollo. Todos tenían respeto y admiración por el rival. Poder competir por tu país, el hecho de estar ahí; significó mucho. Es lo más bonito, la esencia más pura y sana del deporte.
Su última jornada en Río fue espectacular. Tocó el bronce...
Bueno, realmente no el último día. El primero jugué muy bien, arranqué el torneo cuarto. Luego, en el segundo y tercer día no tuve un comienzo soñado pero sí conté con finales fuertes de vuelta. Logré mantenerme y me planté en el último día a una distancia notable pero no insalvable. Digamos que la diferencia era importante con el bronce. Era la medalla por la que había que luchar. Jugué bien, pero el americano Matt Kuchard, que terminó tercero, lo hizo muy bien. No pudo ser.
Firmó un meritorio quinto puesto en el Wyndham Championship tras Río. Y tiene billete para la Ryder Cup. El broche de oro a un 2016 brillante. ¿Qué significa completar la representación española con Sergio García ante Estados Unidos?
Acabé quinto en el Wyndham Championship. Lo más significativo fue que con ese resultado, y el buen trabajo del año, logré clasificarme para la Ryder Cup. Mi sueño de la infancia. Estoy muy contento y con ganas de que llegue la fecha para jugar en Minnesota [arranca el 27 de septiembre]. Para los españoles es un grandísimo honor jugar la Ryder Cup. Seré el décimo español que compita en esta cita en toda la historia con parejas tan significativas como Chema [Olazábal] y Seve [Ballesteros]. Fueron mis ídolos de pequeño; y más recientemente Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, compitiendo y dando tantas alegrías al golf nacional y europeo. Tener la oportunidad de disfrutarlo... Todos me aseguran que es lo máximo que se puede vivir.
Comenzó el año en el puesto 111 del ranking. Y ahora luce el 27. Debutó en el Masters de Augusta. ¿Dónde reside su secreto?
Este año las cosas han salido muy bien, todavía no he conseguido una victoria en 2016 pero tengo siete 'top 5'. He estado muy cerca [de un título], he ganado mucha consistencia. Creo que fue el trabajo de estos años, que comienza a dar sus frutos. Mi juego es muy sólido, en todas las facetas. Quiero seguir mejorando, hay aspectos que puedo potenciar. Me he transformado en un jugador muy completo y mentalmente más fuerte y competitivo.
Tiene en su expediente dos victorias en el Circuito Europeo [Austria (2009) y Dubái (2012)], ¿sueña con más títulos?
Sueño con muchos títulos, el tercero se está haciendo esperar. Nunca se sabe, lo importante es seguir teniendo oportunidades. Y antes o después, tendré mi domingo y volveré a ganar seguro.
Segundo en Qatar y Dubái, tercero en el Dell Match Play, el soñado debut en un grande como Augusta. Seleccione un fotograma de este 2016 dorado.
El Masters fue mi primera vez; crecí de niño viéndolo por la tele. Ver a Chema ganar dos Masters de Augusta [1994 y 1999] fue el motivo por el que quise ser profesional. Y disfruté, percibí lo especial del campo. Fue una sensación increíble. Pero el torneo que me ha dado el mayor salto cualitativo en 2016 fue el WGC-Dell Match Play de Austin (Texas). Acabé tercero, formaba parte de las series mundiales, donde están los mejores del mundo. Es un formato match play, no suelo jugarlo y me apasiona. Era la primera ocasión que hacía un tercer puesto en una cita tan importante. Sumé puntos, escalé en el ranking. Me dio una confianza extra.
Es el número 27 del mundo. ¿Dónde está su techo?
No hay techo. No me pongo límites. Voy poco a poco. El ranking dura dos años, pretender cambiarlo drásticamente en uno es francamente difícil. Todo lo que podía subir en 2016 lo he subido. Necesitaré otro año con el mismo juego para tratar de estar entre los diez primeros. Quizás sea mi objetivo, estar entre los 10 o 15 primeros en 2017.
Ha puesto el golf de moda en la Isla con sus hazañas. ¿Dejará de ser un deporte elitista?
El golf está cambiando su imagen de elitista y para practicantes de edad avanzada. Se va popularizando y es más asequible. Es el sueño de todos los que jugamos, que el golf siga popularizándose y adquiera la importancia que merece.
