El estadio Philips de Eindhoven y un PSV muy similar al que doblegó en el decimosexto penalti en los octavos de final de la pasada temporada marcan el reinicio hoy del Atlético de Madrid en su aventura en la Liga de Campeones, la mayor ambición del equipo que dirige el Cholo Simeone, subcampeón en dos de las últimas tres ediciones.

Tres meses y medio después de la final perdida en la tanda de penaltis en Milán contra el Madrid; dos años más tarde de la final frente al mismo rival en Lisboa y con un desenlace cruel en la prórroga y 42 años de la derrota en un partido de desempate por el título del torneo contra el Bayern, el Atlético mantiene su persecución del trofeo que le falta en su palmarés.