La situación actual de Caideros de Gáldar no difiere demasiado al del resto de poblaciones de las medianías del noroeste de Gran Canaria. El continuo éxodo rural, unido al progresivo envejecimiento de la población, ha hecho que cada vez pierda más peso en el día a día del municipio. Circunstancias que han restado actividad económica, social y cultural al pueblo. Una radiografía aplicable a decenas de pagos de la Isla.
En esa lucha por dinamizar la actividad del pueblo, la Asociación Cultural Montaña el Agua de Caideros, con la colaboración de SoloRunners, prepara para el próximo sábado 24 de septiembre la Cencerra Trail, una prueba de 20 kilómetros de carreras por algunos de los caminos reales que fueron básicos para el crecimiento de las medianías en el norte de Gran Canaria. Todo con la implicación de los vecinos del pueblo en el acondicionamiento de la cita.
La prueba, que alcanza su tercera edición este año, pone al corredor en sendas históricas de las medianías de Gáldar. Por ejemplo, en el primer tramo, los atletas que se den cita en Caideros tendrán la oportunidad de pisar el origen del asentamiento rural, pasando por el camino que lleva hasta la Ermita de San José de Caideros, declarada Bien de Interés Cultural por el Cabildo de Gran Canaria. Mientras los pasos guían el camino del corredor, la caída de agua que da nombre al pueblo o las cuevas del Cortijo de Caideros, donde se centra el origen de la población, dan color al paisaje.
Con el pinar del Tamadaba de fondo, parte de la prueba transcurre por el camino a Los Berrazales y a El Valle de Agaete, vital durante décadas en el tránsito de mercancías y víveres -de quesos que bajaban, a naranjas que subían-. La bajada de Fagajesto por el barranco del Sao, lugar clave en la antigua economía del lugar por sus molinos de agua que aún se pueden contemplar, era una vía por donde caminaban mulos de carga en cuestas empinadas. Un sitio que devuelve al corredor a los orígenes.
Más arriba, espera Barranco Hondo, núcleo poblacional labrado en cuevas y uno de los lugares más emblemáticos de las medianías de Gáldar. Otro Bien de Interés Cultural que esconde la Cencerra Trail. Sus cultivos en terrazas -transformados por la mano del hombre-, sus casas y sus pozos devuelven al atleta a otra época.
Lo mismo que hacen las eras (zonas planas para realizar las tareas de trillar y aventar para separar la paja del grano de cereales como el trigo y la cebada) que dejan atrás el camino de la III Cencerra Trail.
Una prueba exigente para el corredor, que entraña 1.500 metros de desnivel acumulado en sus 20 kilómetros. A la llegada, un cencerro, como el utilizado para las cabezas de ganado ovino espera a los más rápidos en el podio. Un trofeo para reivindicar el producto local y artesano.
