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Herbalife Gran Canaria Supercopa Endesa

Ocasión histórica para el Granca

Se juega esta tarde el pase a la final ante el anfitrión Laboral Kutxa Baskonia, una incógnita - Su gran momento invita al optimismo en el torneo inaugural

Bo McCalebb, jugador del Herbalife Gran Canaria, durante el entrenamiento de ayer en el Buesa Arena. ACB PHOTO

Por fin, después de un largo verano, regresa la competición oficial al baloncesto español. Y el Herbalife Gran Canaria tendrá el honor de ser uno de los protagonistas. Tomará parte en la primera de las semifinales de la Supercopa Endesa. El conjunto grancanario tendrá como rival, hoy a partir de las 18.00 horas en el Buesa Arena de Vitoria, al conjunto anfitrión, el Baskonia. El cuadro claretiano está ante una ocasión histórica de luchar por este título en su tercera participación en el evento que reúne a cuatro conjuntos por los merecimientos del curso anterior.

El Granca está en la cita gracias a su condición de subcampeón de la Copa del Rey; y los locales, por ser el organizador y por su presencia en la final a cuatro de la Euroliga. Completan el cartel el Real Madrid, gracias a su doblete -Liga y Copa-, y el FC Barcelona, subcampeón liguero. Ambos se verán las caras hoy a las 20.30 horas. Los dos vencedores disputarán la gran final mañana.

Visto lo visto en pretemporada, el Herbalife invita al optimismo. Y, aunque es mucha la enjundia del rival, incluso se podría decir que parte como favorito. Las causas están muy claras: los resultados de pretemporada. Mientras que los amarillos han firmado unos números espectaculares, con un pleno de seis victorias, el cuadro vitoriano ha tenido que atravesar un campo de minas en su preparación, por mor de las lesiones y también por los compromisos internacionales de sus jugadores con sus respectivas selecciones en el Preeuropeo.

Con dos técnicos nuevos en los banquillos, el Granca ha tenido una plácida transición de una campaña a otra. El equipo ha funcionado como un reloj. Con la base de la plantilla del pasado ejercicio -Albert Oliver, Sasu Salin, Kyle Kuric, Oriol Paulí, Xavi Rabaseda, Eulis Báez, Pablo Aguilar y Anzejs Pasecniks- para la 'reconstrucción' del plantel, mermado por la marcha de pilares como Kevin Pangos, Alen Omic, Savané y Brad Newley, el club, en la mayoría de los casos, ha apostado sobre seguro.

Con la llegada de jugadores de primerísima fila en el concierto europeo, como el base Bo McCalebb o el pívot Richard Hendrix, con el fichaje de hombres contrastados, como Darko Planinic -regresa hoy a Vitoria, su 'casa' el curso anterior'- y con la irrupción de caras menos conocidas aunque pronto han demostrado su valía, como el alero Royce O'Neal, el Herbalife ha puesto las bases para seguir asentándose entre la élite después de dos campañas al máximo nivel con Aíto García Reneses.

Su sustituto en el banquillo, Luis Casimiro, con la experiencia que atesora, no ha querido hacer una revolución, sino aprovechar las cosas que funcionaban y adaptarlas a su filosofía. Poco a poco, el entrenador del Granca ha conseguido construir un equipo reconocible en la cancha, sacrificado y solidario en defensa, duro y eficaz bajo los tableros, y dinámico en ataque, con un buen balance entre juego exterior e interior.

Así lo atestiguan sus seis victorias en la pretemporada, muchas de ellas apabullantes frente a rivales de la Liga Endesa -Iberostar Tenerife, Movistar Estudiantes, Unicaja Málaga, Fuenlabrada y Dominion Bilbao Basket-, además de la victoria ante el Ratiopharm Ulm alemán como guinda.

El Herbalife Gran Canaria llega a esta Supercopa Endesa con su orquesta bien afinada. El único lunar, el estado físico de Pablo Aguilar. El ala-pívot granadino, después de operarse de su muñeca durante el verano, todavía no se encuentra al cien por cien, y su participación en Vitoria es una incógnita.

Bargnani y Beaubois, bajas

Si todo son parabienes para el momento de forma del conjunto claretiano, ocurre todo lo contrario con el Baskonia. Muchas dudas son las que genera el cuadro local para esta cita ante su afición. Además de los problemas, hay que tener en cuenta la maldición que pesa sobre los equipos organizadores de esta cita ya que ninguno de las doce ediciones disputadas ha logrado levantar el trofeo.

Pero más allá de eso, lo que preocupa en el cuadro baskonista es que sus hombres no llegan en buen estado a este torneo, después de que su nuevo técnico, Sito Alonso, no haya podido trabajar con los suyos al completo desde que comenzara la pretemporada.

Al menos, los que han llegado del Preeuropeo con sus selecciones (Hanga, Voigtmann, Blazic y Shengelia) lo han hecho sanos, aunque solo han tenido esta semana para preparar la Supercopa. Aparte de esas ausencias, el tema de las lesiones ha supuesto más quebraderos de cabeza para los vascos.

Rodrigue Beaubois, uno de sus fichajes estrella, es baja segura para la Supercopa dado que sufre una micro rotura fibrilar en el bíceps izquierdo. Lo mismo ocurre con Andrea Bargnani, ex número uno del draft de la NBA y que todavía no ha debutado con su nuevo equipo. Shane Larkin, por una contusión en el muslo izquierdo, es duda. Además, Diop y Tillie también han sufrido lesiones en pretemporada.

A pesar de todo en el Herbalife no se fían ni un pelo y saben que se miden a uno de los grandes del baloncesto español y europeo. "Llegamos con ilusión y creyendo que estamos preparados. Las sensaciones eran buenas por trabajo, actitud y asimilación de conceptos. Los resultados no importan por estar en pretemporada pero sí ir construyendo cosas. El ritmo será la clave", explicó Luis Casimiro, que espera "a todos los jugadores del riva, pensando que estarán al máximo nivel". A pesar del respeto, los amarillos saben que están ante una ocasión histórica de pisar la final y poder optar al título.

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