Rossi, con una vaselina desde fuera del área en el minuto 90, y una carrera del danés Pione Sisto en la siguiente acción, en la que regateó a medio equipo desde su campo, rompieron un partido en el descuento y sentenciaron al Espanyol, que bajó la guardia en los momentos críticos.

Hasta entonces, catalanes y gallegos firmaban un justo empate a cero. Los blanquiazules sólo aceleraron en los tramos finales de ambas mitades y el Celta, más constante. Pero un terremoto, gracias a la constancia hasta el final, lo cambió todo.

Ambos equipos saltaron a Cornellà con revoluciones, pero sin excesiva fluidez. Se impuso el juego de bandas, los córners y Aspas, uno de claros protagonistas del inicio del choque junto a Bongonda y Sisto. El cuadro gallego tomó la iniciativa con autoridad, pero se topó siempre con Diego López y el resto de la zaga catalana.

En el minuto 25 llegó el turno perico: Baptistao tuvo la mejor ocasión del partido. El brasileño, tras un balón largo de Diop, se plantó solo ante Sergio tras colarse entre los centrales. El ariete lo hizo todo bien. Aceleró y controló de forma impecable, pero conectó un derechazo directo con la derecha a las manos del portero.

La altura de Baptistao lo convirtió en la referencia momentánea del Espanyol arriba. El ex del Atlético recibió un nuevo centro de Reyes, sin poder rematar con nitidez. El Celta por la banda, aunque los compases finales de la primera mirad parecían propiedad del anfitrión.

Los nervios crecieron antes del descanso. El Espanyol mandaba ahora, sin concretar ninguna llegada. Tras el descanso, Quique Sánchez Flores cambió a Marc Roca por Hernán. Y, en el 50, sentó de forma obligada a Baptistao, lesionado, y dio entrada a Felipe Caicedo. Berizzo no movió sus fichas.

Los blanquiazules decidieron, como al inicio en la primera mitad, no correr excesivos riesgos y esperar a un contraataque oportuno. El Celta, por su parte, apostaba por un mayor desparpajo en Cornellà-El Prat, aunque sin excesiva precisión. No era un partido especialmente atractivo para el espectador.

Hernán Pérez, por su garra y velocidad, era el futbolista más destacado. Pero había poco más a resaltar en el bloque catalán. El cuadro visitante, por su parte, confiaba en los destellos de Sisto, Aspas o Wass. No vieron puerta, pero Diego López nunca estuvo del todo relajado.

En el 67, el escenario empeoró para Quique. Reyes se lesionó y entró Jurado: el Espanyol se quedó sin cambios. El ex del Watford imprimió velocidad y nervio. Rossi, por su parte, saltó al campo por Bongonda. El italiano, justo tras pisar el verde, firmó una contra, solo contra tres defensas, que frustraron su escapada.

Con quince minutos para el pitido final, el encuentro se aceleró. Y, en este cambio de registro, los blanquiazules se mostraron mucho más cómodos y peligrosos. Tocaban, combinaban y se acercaban a Sergio con electricidad. Pero sin gol. Fue su gran asignatura pendiente, y la que acabaron lamentando después.

Fueron dos minutos de infarto, que destrozaron la moral del equipo. El mazazo más duro fue el de Rossi. El italiano recibió un pase largo y dibujó una vaselina que sentó a Diego López y a toda la zaga.

Después, con el Espanyol noqueado, Sisto regateó a medio equipo arrancando desde su campo, se plantó en la frontal y sentenció con el 0-2 final. El colofón final a una noche de infarto para ambos conjuntos.

- Ficha técnica:

0 - RCD Espanyol: Diego López; Javi López, David López, Óscar Duarte, Víctor Sánchez; Marc Roca (Hernán Pérez, min.46), Javi Fuego, Diop; Reyes (Jurado, min.67), Gerard Moreno y Baptistao (Felipe Caicedo, min.50).

2 - Celta: Sergio; Sergi Gómez (Hugo Mallo, min.82), Roncaglia, Cabral, Jonny; Marcelo Díaz (Pablo Hernández, min.75), Radoja; Pione Sisto, Wass, Bongonda (Rossi, min.70) y Aspas.

Goles: 0-1, min.90: Rossi; 0-2, min.93+: Sisto.

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Amonestó a Roncaglia (min.29), Marc Roca (min.43), Aspas (min.70), Pablo Hernández (min.86), Óscar Duarte (min.87).

Incidencias: partido correspondiente a la sexta jornada de la LaLiga Santander disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 17.484 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador del Espanyol Joaquim Tejedor.