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El 'showtime' del Granca

El Herbalife se libera con la mayor puntuación de su historia y la victoria más abultada

Bienvenido de vuelta Herbalife Gran Canaria. La Liga Endesa se ha reencontrado con el equipo claretiano un mes después del inicio de la competición y tras cuatro derrotas. Tardó, tardó demasiado, tanto que puede que le cueste la clasificación a la Copa del Rey, pero volvió a lo grande, dando una soberana paliza al Montakit Fuenlabrada (111-60). Un resultado que supone la victoria más amplia en la historia del club y su mayor puntuación. El equipo de Jota Cuspinera, que el año pasado se metió en Playoff y está disputando la Eurocup, puso su granito de arena en la exhibición claretiana. El conjunto de Luis Casimiro por fin encontró el punto de equilibrio justo para mostrar la intensidad y el buen juego de la Supercopa y la Eurocup y evitar la angustia que le ha acompañado en la Liga Endesa para aplastar desde el final del primer cuarto al Fuenlabrada.

Desató la ira que tenía contenida el Herbalife con una actuación colectiva portentosa: nueve jugadores lograron dobles dígitos de valoración. Se lo pasaron en grande desde que en el segundo parcial mostrara su rival la bandera blanca. No hubo piedad y el Herbalife, como si fuera Los Angeles Lakers de los años 80, se entregó al showtime. Un continuo goteo de recuperaciones y rebotes defensivos que acababan en contragolpes con mates, alley oops y triples para rematar un partido que entrará en el museo del club. El encuentro ideal para iniciar un despegue obligado.

Y es que navegaba en la desesperación el equipo amarillo, en una racha preocupante de derrotas que tenía su principal explicación en la irregularidad defensiva -era hasta el inicio de esta jornada el equipo que más puntos recibía- y la falta de confianza en ataque. Se encontraba en una espiral muy peligrosa. Y de esos trances se suele salir como lo hizo ayer el Gran Canaria, que estaba atado y ayer se quitó de encima todas las cuerdas. Fue una liberación.

Del 0-7 de inicio al recital

Y eso que el Fuenlabrada empezó con una ventaja de 0-7 gracias a las canastas de Ian O'Leary -ex del Herbalife-, un triple de Paco Cruz y dos libres de Moussa Diagné en cuestión de dos minutos. Era el contexto idóneo para que los nervios invadieran al equipo amarillo. De hecho, en ataque fallaban Bo McCalebb -que salió de nuevo de inicio tras varias titularidades de Albert Oliver-y un Eulis Báez muy acelerado. Varias pérdidas y los ataques culminados con facilidad por el Fuenlabrada hacían temer lo peor, pero una buena racha liderada por el propio Báez y Royce O'Neale desató el vendaval. La paciencia del estadounidense, todavía con desventaja en el marcador, a la hora de no arriesgar un tiro y esperar para encontrar a Eulis Báez marcaba el camino. El dominicano acabó anotando, forzando la falta, fallando el tiro libre pero anotando tras rebote ofensivo en un ataque de cuatro puntos que puso el 6-7. Luego O'Neale culminó un contragolpe tras recuperación de Hendrix para el 8-7 (min. 4). Las bases ya estaban puestas.

Pidió tiempo muerto Cuspinera ante la que se le venía encima y tras una bandeja de Paunic volvió O'Neale a poner por delante a los amarillos -y de ahí hasta el final- con una mate tras rebote ofensivo. La intensidad, sin caer en la desesperación, en los dos lados de la cancha era la premisa.

Un baile de Richard Hendrix en la pintura y cinco puntos seguidos de Sasu Salin provocaron las primeras diferencias. El Herbalife engrasó la maquinaria con una defensa asfixiante: aseguraban el rebote los amarillos -capturaron 50, la segunda mejor marca de su historia-, metían manos para recuperar, provocaban tiros incómodos y no dejaban hombres libres.

Así, con Albert Oliver, Kyle Kuric y Pablo Aguilar en la fiesta el Gran Canaria cerró el primer cuarto con un aplastante 27-11 (min. 10), dejando a su rival en 4 puntos en los últimos 8 minutos. Se sumó Anzejs Pasecniks al vendaval en el inicio del segundo parcial y con tapones, mates y hasta un triple levantó a una grada entregada (35-14, m. 13). Sasu Salin, máximo anotador del encuentro con 18 puntos, cerró al descanso un marcador en el que no paraba de ampliarse la ventaja claretiana (53-30, min. 20).

Con la victoria ya en el bolsillo y un rival de rodillas la segunda parte era una cuestión de ganar confianza, tanto a nivel individual como colectivo. Bo McCalebb y Pablo Aguilar, dos de los que más lo necesitan, sumaron minutos muy buenos mientras el equipo mantenía la intensidad defensiva hasta el final. No bajó el listón el Herbalife, que se debía a sí mismo y a la afición una exhibición revitalizadora.

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