La Real Sociedad, que sumó su cuarta victoria consecutiva, ridiculizó a un pésimo Sporting al que superó por 1-3 y que fue despedido con una sonora pitada por parte de los aficionados. Sporting y Real Sociedad llegaban a este partido con trayectorias muy diferentes ya que los rojiblancos llevan ocho jornadas sin ganar mientras que los donostiarras están en el mejor momento de la temporada. Y ese diferente momento de forma quedó en evidencia desde el primer minuto de juego, porque la Real Sociedad quiso el balón y el Sporting no se lo disputó.