El Real Club de Golf de Las Palmas acoge hoy, sábado, en Bandama, la disputa de la Copa Cragg, uno de los trofeos históricos con que cuenta la entidad decana del golf español. En este caso la cita se desarrollará a la modalidad individual medal play con hándicap, tanto en masculinos como en femeninos, en ambos casos limitados a 26,4 y 36, respectivamente.

La participación global de esta convocatoria es de 59 jugadores en la categoría masculina y 24 en la femenina, quedando autorizado el uso de dispositivos de medición. La prueba se desarrollará bajo las reglas establecidas por la Real Federación Española de Golf, las locales del Real Club de Golf de Las Palmas y las del presente reglamento. El Comité de Competición de la entidad bandamiana se reserva el derecho a interpretar y decidir si se presentara algún caso no contemplado en el mismo.

La Copa Cragg fue donada al club en 1906 por Wallace W. Cragg, uno de los grandes valedores con que contó la entidad a lo largo de su etapa en el campo del Lomo del Polvo, en el barrio de Escaleritas. Entre sus muchos méritos se cuenta, además de la donación de este trofeo, su positiva etapa presidencialista entre 1902 y 1916, periodo donde consolidó la potenciación de las competiciones reservadas para la categoría femenina.

Cuatro triunfos de Lawson

En orden a su historial, cabe señalar que S. Vines fue, en 1907, el primer ganador de la Copa Cragg, sobresaliendo posteriormente, con cuatro victorias, el inglés E. Lawson, poseedor durante muchos años de un afamado comercio situado en la calle Mayor de Triana.

Más adelante, habría que esperar a la temporada del año 1933 para que se concretara el primer triunfo de un jugador canario, como fue el caso de Pedro Bravo de Laguna.

En el último de los disputa-dos en el campo de Lomo del Polvo, en 1949, correspondería la victoria -dentro de las citas reglamentadas- a Fermín Martínez Gómez. Y ya incorporado el club al recorrido de Banda-ma, Juan Cambreleng Roca vencería en las ediciones de los años 1958 y 1959, siendo la tercera, en 1960, para Juan Francisco Rivero Gómez.