1La final de la Copa Sudamericana, una competición equivalente a la Liga Europa, fue el fin para la mayoría de los jugadores de un modesto club brasileño, el Chapecoense. Diecinueve futbolistas figuran entre los 71 muertos en el accidente del avión en las inmediaciones de Medellín (Colombia), donde hoy debería disputarse el partido de ida de la final. Sólo hubo seis supervivientes, algunos heridos de gravedad, entre los que se encuentran tres deportistas, un periodista, un técnico de tripulación y una auxiliar de vuelo.

El avión, un Avro Regional Jet 85, fletado a la aerolínea boliviana Lamia y que llevaba 81 personas a bordo, se declaró en emergencia "por fallas eléctricas" cuando se aproximaba al Aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín, en el noroeste de Colombia. Menos de dos horas después, la Aeronáutica Civil (Aerocivil) confirmaba el accidente sufrido por el avión en las faldas del Cerro El Gordo, entre las localidades de La Unión y La Ceja, en el departamento de Antioquia, y a solo 17 kilómetros en línea recta de Rionegro, localidad donde está situado el aeropuerto de Medellín.

La delegación deportiva, compuesta por 22 jugadores del Chapecoense, 28 directivos, personal técnico e invitados y 22 periodistas de medios brasileños e internacionales, partió de Sao Paulo con destino a Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), donde subió al avión de Lamia, que llevaba una tripulación de nueve personas.

Al mediodía de ayer ya habían sido recuperados en el lugar del accidente 48 de los 71 cadáveres. Al mismo tiempo, las autoridades trabajan para tratar de esclarecer las causas del siniestro, que podrían tener que ver con las precarias condiciones de la aeronave, ya que la única hipótesis descartada es que haya sido causado por el mal tiempo en la zona.

En su primer comunicado, el aeropuerto José María Córdova de Medellín informaba de "fallos eléctricas" que pueden haber causado una emergencia en la maniobra de aproximación. Otra posibilidad apuntada por medios locales que citan a autoridades es que al avión no le haya alcanzado el combustible. Por contra, la azafata superviviente Ximena Suárez declaró que el capitán, un piloto experimentado y socio de la compañía, decidió evacuar combustible para evitar que se incendiera el aparato, una práctica común en avición. El director general de la aerolínea Lamia, Gustavo Vargas, aseguró en La Paz que el avión había pasado todas las revisiones y que el piloto y el copiloto "estaban certificados en Suiza" y habían superado "dentro del margen" los controles semestrales".

La noticia, de un equipo modesto -el llamado Huracán del Oeste-que se había metido en la primera gran final de su historia, ha supuesto una enorme conmoción en el mundo del fútbol. Las señales de condolencia se han multiplicado en todo el mundo, los minutos de silencio y las muestras de apoyo. El sueño del Chapecoense era el sueño del fútbol en sí mismo.