Una decisión arbitral en el último suspiro del encuentro privó al Herbalife Gran Canaria de ser el segundo equipo que, desde el inicio de la segunda vuelta de la temporada pasada, gana en el Palau en la Liga Endesa. Los grancanarios vencían por 77-78 al Barcelona a menos de sesenta segundos para la conclusión. Una penetración del base azulgrana Rice para darle la victoria a los suyos no obtiene el premio de la canasta. Parecía que el triunfo tendría color amarillo, pero inexpicablemente los colegiados señalan falta personal de Albert Oliver sobre la entrada del estadounidense. El propio Rice anotaba los correspondientes tiros libres para que el Barça se impusiera por 79-78.
Se echaba por tierra así la gran remontada del cuadro grancanario en el cuarto periodo. Los pupilos de Luis Casimiro perdían por once puntos cinco minutos antes (73-62). Entonces, encabezados por Kyle Kuric en el apartado anotador, consiguió voltear el electrónico. El estadounidense, que hasta ese momento tenía un rosco en su marcador, bombardeó a los locales desde la línea del triple.
Un injusto final para la buena actuación del Granca en un encuentro que fue como una montaña rusa, donde cada equipo gozó de suculentas ventajas que luego lapidaban. En el caso del conjunto isleño, señalar su gran comienzo, su inmaculado tercer acto y el último arreón que casi le permite obtener una victoria que hubiese sido trascendental en su lucha por meterse en la Copa del Rey. A pesar de la derrota, ese objetivo todavía resulta plausible. Cinco partidos le restan ahora para lograrlo.
Dos notas destacadas sobre el Herbalife Gran Canaria antes del inicio. La primera, la presencia en el banquillo de Darko Planinic después de un mes lesionado, aunque no jugó ni un minuto. La segunda, la titularidad de Anzejs Pasecniks, sin duda el mejor de los amarillos ayer, en detrimento de Richard Hendrix. El entrenador, con esa decisión, intentaba poner centímetros en la cancha para hacerle frente al gigantón Ante Tomic, uno de los grandes bastiones de los azulgrana.
Y, de entrada, salió bien la jugada. La escuadra grancanaria, con el pívot letón al comando, controlaba el encuentro (0-6). Un triple de Royce O'Neale le daba a mitad del periodo inaugural la máxima ventaja a los visitantes con un triple (9-17). A partir de ahí, el Barcelona reaccionaba y lograba ponerse por delante en el electrónico cuando se enfilaban los dos últimos minutos del primer acto. Una canasta de Koponen coronaba un parcial de 14-2 que permitía a los locales presentarse en el segundo cuarto con un 23-19 a su favor.
En los primeros compases de este periodo, una mala noticia para el Granca. Perdía por una lesión en el tobillo izquierdo a Pablo Aguilar, que ya no volvería más a la pista. Los amarillos, en esta fase del choque, eran menos intensos en defensa, lo que aprovechaba su rival, con su segunda línea en cancha, para dominar la situación. Perperoglu y Vezenkov encabezaban la anotación de los blaugrana en este momento. El base Renfroe, con un triple, ponía las cosas cuesta arriba para el Herbalife Gran Canaria (38-27) en el minuto 6 de este acto.
Pero sacó la raza el Granca para volver a entrar de lleno en el choque. Anzejs Pasecniks, en plan estelar, reenganchaba a los amarillos. Dos tiros libres anotados por Bo McCalebb dejaron la diferencia en solo seis puntos cuando se alcanzaba el descanso. Visto lo visto, una distancia asumible para cómo habían estado las cosas unos momentos antes (45-39).
Un triple de Sasu Salin cuando se retomaba el encuentro hacía presagiar el despertar del conjunto claretiano. Así ocurrió, cual hormigita, fue limando la desventaja con la que llegaba al ecuador del partido. De nuevo, Anzejs Pasecniks tiraba del carro, bien secundado en esta ocasión por Sasu Salin y por Royce O'Neale.
A falta de 5.45 para la conclusión del tercer acto, el Herbalife Gran Canaria lograba retomar el mando en el electrónico. Un triple de Suso ponía el 49-51 y el sueño de ganar en el Palau, una cancha históricamente maldita para los amarillos, iba tomando forma.
Dos puntos de Xavi Rabaseda dejaba el tanteador en 52-59 a favor del cuadro claretiano, pero Dorsey y Koponen lograron que los azulgrana recortaran diferencias hasta llegar al final de este periodo con un apretado 56-59. El saldo de este cuarto, un parcial de 11-20 para la escuadra insular.
Pero, de nuevo, las buenas sensaciones que desprendía el equipo de Luis Casimiro se iban a diluir. Otra vez, la segunda línea del Barcelona, como ocurría al final del cuarto inaugural y en gran parte del segundo, tiraba del carro. La falta de intensidad defensiva en los visitantes y los aciertos locales hacían presagiar un deselance duro para el Herbalife Gran Canaria.
Un parcial de 9-0 de salida del Barça arrinconaba a su rival. Perperoglou y Vezenkov aniquilaban el aro contrario hasta poner el 65-59. Entonces, Kyle Kuric acertaba por primera vez con la canasta. Un triple suyo a falta de 6.32 cortó la sangría (65-62). Una anécdota, porque el equipo azulgrana usó la misma fórmula, los tiros de tres, para despegarse (73-65, a falta de 5.10).
Otra vez Kyle Kuric cogió su fusil, aunque posteriormente Dorsey dejaba el 75-65 en el electrónico para el tiempo muerto de Luis Casimiro. El entrenador amarillo hacía referencia a dos objetivos a aquellas alturas, despertar para aún ir a por la victoria; o si no, seguir enchufados para que la diferencia de puntos no resultase desorbitada, algo importante también en un posible empate con otros rivales para entrar en la Copa del Rey.
La arenga fue mano de santo. Triple de Kyle Kuric y Royce O'Neale (75-71). Canasta local de Renfroe, respondida por otra de tres del 24 amarillo (77-74). Dos tiros libres de Albert Oliver y a uno (77-76 a 49 segundos). Royce O'Neale culmina la remontada. Últimos instantes, falta inexistente de Oliver y Rice confirma la injusticia (79-78).
