Vuelve a Gran Canaria el próximo domingo con el Tecnyconta Zaragoza y lo hace después de ganar al Iberostar Tenerife. ¿Cómo está su equipo?
Con buenas sensaciones. No solo por esa victoria frente al Canarias sino que llevamos haciendo las cosas bien bastante tiempo. El problema de las lesiones nos ha mermado en varios finales de partido, en esos momentos hemos llegado más justos. Por ejemplo ante el Baskonia también lo podíamos haber sacado, un partido que tal y como se dio parecía imposible de perder y lo perdimos. Estamos jugando a buen nivel y el otro día se notó que estábamos todos y ganamos el partido desde la defensa, donde pudimos subir el listón.
¿Se están colmando las expectativas que se ha hecho el Zaragoza para esta temporada?
Bueno, creo que en comparación con el año pasado han bajado porque el presupuesto también lo ha hecho. Creo que todo el mundo tiene los pies en el suelo en todo momento. Como ha dicho el entrenador, el objetivo es competir en cada partido. Eso lo estamos consiguiendo. La expectativa es esa: competir y cuando acabe la primera vuelta ver dónde estamos.
El año pasado fue difícil para el club con cambios de entrenador y jugadores a mitad de temporada. ¿Qué ha cambiado durante este año?
El año pasado teníamos muy buenos jugadores de manera individual, pero no conseguimos encajar tan bien como equipo. Sin embargo, este año hemos conseguido ser una piña, estar más juntos. Eso por mucho que se quiera buscar no se consigue siempre, se da o no se da. En este año hemos ganado en eso.
¿Sueñan con entrar en la Copa del Rey? Están a dos victorias, y a una del Granca...
Repito, ser competitivos. Ahora me acuerdo de un par de partidos que podíamos haber sacado perfectamente y que hemos perdido por un par de tonterías. Esas victorias nos hubieran metido de lleno en la lucha por la Copa del Rey. Pero bueno, ese no es nuestro objetivo porque lo tenemos complicado. Pero sí sé que si lo hacemos bien podemos estar un poquito más arriba, quizá en ese grupo de ocho equipos tan competitivo.
Es su segunda temporada en Zaragoza. ¿Cómo le va en el plano más personal?
El año pasado, evidentemente, significó un gran cambio para mí. Desde que estoy aquí solo tengo palabras buenas para el club, me han tratado fenomenal, conociendo al entrenador, con el que estoy muy cómodo y contento... Así que intentando estar al 100% físicamente, donde he tenido algún problemilla en este último mes y medio. Así que feliz, la palabra es feliz.
¿Convencido entonces de la decisión que tomó hace dos años de ir a jugar a Zaragoza?
Sí. Guardo un recuerdo magnífico de Gran Canaria, del club, de la Isla y de su gente. De todo, el recuerdo es impresionante e imborrable. Pero bueno, nuestra vida muchas veces es así, los jugadores cambian de año en año y tuve la suerte de cumplir seis temporadas en Gran Canaria. Ahora ésta es mi segunda en Zaragoza y me queda otra. Estoy muy contento.
Será su segundo regreso a Gran Canaria con otra camiseta. ¿Se sigue viviendo de manera especial esta semana?
Sí, volver a Gran Canaria siempre es especial. Ya le digo yo que cuando salte a mi excancha, viendo a mis excompañeros y mi exafición me voy a poner un poco nervioso.
Fueron seis temporadas aquí. Quedarse con un recuerdo me imagino que es difícil, pero ¿qué resumen haría?
Pues no sé qué cosa de las dos es más difícil. El resumen sería un poquito largo [se ríe]. No solo por el tema baloncestístico, donde fue una etapa fantástica, sino por todo lo demás. En lo deportivo, me quedaría con la final de la Eurocup, pero no solo con ella. Por ejemplo, diría que pasar a las 'semis' por primera vez en la Liga Endesa y en la Copa del Rey. Eso supuso un punto de inflexión para el club. Incluso otros partidos que no parecían tan trascendentales para la historia del club que también me marcaron. Otro ejemplo, me acuerdo del MVP de la jornada que conseguí en el Centro Insular de Deportes, que ya no volveremos a probar nunca más. Pero me quedo con todo eso, con la calidad humana de la gente de Gran Canaria. Eso estará siempre conmigo.
¿Pesa más todo eso que la manera en la que se gestionó su salida por parte del club?
Ya no me apetece hablar de eso, ya di las explicaciones en su día. Me hicieron una oferta de renovación que no me convencía. No se llegó a un acuerdo y buscamos una salida. Mi precio de mercado, según creían mis agentes, era otro y había un club que estaba dispuesto a llegar a eso. El Zaragoza sí lo hacía y el Gran Canaria no. Al final tengo que salir yo del Granca pagando porque ellos no llegaban a esas cifras. Pero eso no cambia ni un ápice de lo que pienso del club, ni mi agradecimiento a la entidad. El Zaragoza tuvo un interés enorme en mí y ya está. No guardo ningún tipo de rencor. El último año fue magnífico en la Isla y por lo menos fue una buena manera de acabar ese ciclo en Gran Canaria.
¿Ya le ha caído algún mensaje durante estos días de sus excompañeros por aquí? ¿Cómo los ve?
Al Granca siempre le deseo lo mejor. El otro día fui a verles a Madrid en el partido contra el Estudiantes y cenamos varios juntos. La relación es magnífica. Ellos están metido en una dinámica de competición diaria, con Europa y la Liga. Pero ya hablaremos después del partido, que tengo algo preparado.
¿Se sigue sintiendo parte del Gran Canaria?
El año pasado creo que me sentía más. Lo veía lo bien que lo estaban haciendo, la cantidad de cosas buenas que consiguieron... Lo hablaba con otros excompañeros, que cómo lo vivían ellos, con Óscar Alvarado por ejemplo. Ese es el sentimiento, pero en realidad ya no tengo nada que ver con ellos. Construí grandes cosas allí con otros compañeros, trabajadores y técnicos. Pero lo que hicieron el año pasado ya es un mérito de ellos solo.
