Un Herbalife Gran Canaria exhibiendo la mejor versión coral, como en sus últimas apariciones, se mostró imperial en una de la canchas históricas del basket nacional, el Nou Congost. Vencía de forma apabullante al Manresa (70-102) en lo que se podría tildar como un entrenamiento con público de los amarillos ante el último de la tabla clasificatoria, y que por lo que demostró es indigno de una competición como la Liga Endesa, catalogada como la mejor de Europa. Bueno, por lo observado ayer y desde hace mucho tiempo: solo ha ganado un choque en su feudo en todo el año 2016 y, en lo que se lleva de campaña, únicamente ha podido salir victorioso en uno de sus doce enfrentamientos. Penoso.
Su actuación en tierras manresanas ratifica la buena racha del conjunto insular en este tramo de la temporada. Suma siete triunfos y dos derrotas -ante el Real Madrid y el Barça- en las últimas nueve fechas del campeonato. El equipo entra así por la puerta grande en el grupo de los elegidos para disputar la próxima edición de la Copa del Rey de Vitoria. Ya es octavo, empatado a victorias con el séptimo (MoraBanc Andorra) y a una del sexto (Unicaja Málaga) y del quinto (Baskonia, próximo rival en el Arena el martes 27 de diciembre). Las cosas pintan ahora muy bien después de varias semanas viéndolas negras. Además, los 32 puntos de ventaja obtenidos en suelo catalán le permiten contar con un average satisfactorio de cara a posibles empates en esa lucha por acudir a la cita copera.
Aunque antes del pitido inicial las apuestas daban al Granca como claro favorito, los hombres de Luis Casimiro -que pena habrá sentido el ahora técnico de los claretianos al ver en un estado tan precario a aquel equipo que hizo campeón a finales de los 90- no querían las confianzas que suelen acarrear duelos tan desiguales de entrada.
Enchufadísimo salió el quinteto inicial, donde repetía Oriol Paulí como ya suele ser costumbre en los últimos partidos, y cada uno de los hombres que iban interviniendo en la rotación. Ya en el descanso, todos habían inaugurado su casillero de puntos, incluso Ryan Hollins, el último fichaje del Herbalife Gran Canaria, que debutaba en la Liga Endesa como lo hizo esta semana en la Eurocup, machacando el aro rival -sus dos canastas llegaron en sendos mates-.
Destacar que el cuadro amarillo se impuso en los resultados parciales de los cuatro cuartos. Volvió a exhibir su mejor versión coral. Un dato que demuestra este hecho es que ocho de sus jugadores acabaron en doble dígitos en valoración y cinco en anotación, resaltando en ambos apartados Kyle Kuric (21 puntos y 21 de valoración).
La victoria del Herbalife Gran Canaria en Manresa se empezó a intuir desde el salto inicial. Intensos en defensa, rápidos en las transiciones y sobrados en ataque, los de Luis Casimiro lograron un 0-10 con anotación de Eulis Báez, Bo McCalebb y Richard Hendrix. Los manresanos tardaron cinco minutos en tener su primer acierto. Lo hicieron con un tiro de Scott Suggs de tres puntos, precisamente la única faceta estadística en la que la escuadra catalana superaba a la grancanaria en el encuentro de ayer. Los insulares seguían dominando plácidamente y un triple de Kuric ponía los trece de diferencia a su favor (8-21). Un ligera reacción al final del periodo inaugural dejaba a los locales diez abajo (13-23).
El segundo acto arrancaba bajo los mismos parámetros que el primero, o sea, con la suprema superioridad del Granca. Ante la sequía del Manresa en anotación, ahogado por la intensidad defensiva de su oponente, los de Luis Casimiro, muy fácil, se ponían veinte arriba a 6.27 para el descanso (13-33).
En esto que se producía el estreno de Ryan Hollins en la Liga Endesa. Y como no podía ser menos, anotaba sus dos primeros puntos en la competición liguera de la manera que más le gusta, machacando la bola en el aro rival (13-35). De nuevo, los locales tardaban cinco minutos en anotar su primera canasta, por medio de Michael Machado (15-35).
Esos veinte puntos de diferencia para el Granca se mantuvieron hasta el ecuador del partido (30-50). Se reanudaba el choque, y más de lo mismo. Los insulares volvían a pisar el acelerador nada más pisar el parqué del Nou Congost. Richard Hendrix, Eulis Báez y Bo McCalebb anotaban un 0-10 que elevaba las distancias en el marcador hasta la treintena (30-60). Esa racha la frena Marjan Cakarun (32-60 a 7.19 para la conclusión del tercer acto). Al menos, el Manresa había tardado dos minutos menos que en los dos anteriores cuartos en meter su primera canasta.
El Herbalife Gran Canaria se presentaba a los últimos diez minutos del duelo 28 arriba (48-76). A pesar de que todo estaba resulto, los de Luis Casimiro no bajaban el pistón. Un 2+1 de Kyle Kuric ponía los 35 de ventaja cuando la confrontación entraba en los últimos tres minutos. De ahí hasta el final, nada nuevo bajo el sol. El cuadro grancanario, a velocidad de crucero, alcanzaba su objetivo de manera fácil, tal vez más de lo que se esperaba en un primer momento (70-102).
En definitiva, un triunfo contundente en el camino hacia la Copa y que hace que el optimismo aflore en las filas del Granca. Ahora quedan por delante tres encuentros para culminar la remontada. El primero, ante el Baskonia, rival directo.
