La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Golf La entrevista

"Por supuesto que puedo dar la sorpresa y ganar un 'grande"

"Si mantengo este nivel de juego creo que puedo acabar entre los quince mejores y quizás en el ´top ten´", afirma Rafael Cabrera Bello

¿Cuándo decidió dedicarse al golf de manera profesional?

Me hice profesional en diciembre del 2005 y soñaba con ello desde que tenía 15 años. Un par de años más tarde me lo planteé más en serio y enfoqué mi curso universitario también a eso.

¿Hubo un momento puntual, un resultado o un título que le impulsara a pensar que podia vivir de este deporte?

Fueron muchas cosas, muchos torneos y era un sueño que quería vivir.

¿Cuál había sido su primer contacto con el golf?

Con cinco o seis años en el jardín de casa de mis padres. Un día vino mi tío con un palo y una pelota de plástico y empezaron a hacer swings. A ellos les enganchó mucho, les pasó lo que le ocurre a mucha gente, que no aprecia la dificultad desde fuera y cuando lo prueban se dan cuenta de la complejidad y de lo interesante que es el mundo del golf. Son atributos que le gustaron a mi padre y empezamos a ir tanto mi padre como mis hermanos y yo al campo de golf de Maspalomas.

¿Sus tíos ya se dedicaban al golf?

No, nada, empezamos todos a jugar el mismo día. Mis padres vivían y siguen viviendo muy cerca del campo de Maspalomas y quizás parecía inevitable, pero nadie de mi familia practicaba golf. No era nada habitual para nosotros pero lo teníamos fácil, era un sitio seguro en el que los tres niños pequeños podían ir a pasar las tardes y así nos enganchamos.

¿Qué es lo que más le sedujo de este deporte?

Desde el principio me gustó mucho. Tengo un carácter muy competitivo, me gusta mucho competir, pero no necesariamente contra alguien. De hecho el golf es una competición contra uno mismo en la mayoría del tiempo, una competición contra el campo. Ese afán por ser mejor, por superarme, es lo que me ayuda en el golf porque nunca hay techo. Es un juego que nunca se va a llegar a dominar del todo.

¿Históricos españoles como Severiano Ballesteros o Chema Olazábal, o estrellas mundiales como Tiger Woods le influyeron en algún momento?

Por supuesto. Desde pequeño recuerdo perfectamente crecer viendo vídeos de Seve, verle a él y a Olazábal jugar juntos en la Ryder Cup, ver a Olazábal ganar el Master de Augusta en el 94 y en el 99... esos acontecimientos me hicieron soñar con algún día ser profesional. Y más recientemente el éxito de Sergio García, su forma de jugar y la calidad que tiene son cosas que me han motivado para entrenar y para llegar a lo más alto posible.

¿Se fijaba en alguno en concreto para mejorar?

No en uno, pero sí me han gustado facetas de muchos y siempre me he fijado en mis compatriotas.

También le gusta mucho el fútbol y el surf. ¿Soñaba con ser golfista, surfista o futbolista?

El fútbol lo jugaba en el colegio pero no era nada bueno, simplemente me gustaba. El surf es un deporte que empecé a probar ya de mayor así que nunca soñé con ser profesional. Y ahora que ya lo he probado de mayor sé que tampoco voy a conseguirlo (sonríe). Pero sí lo disfruto mucho. Y el esquí también, lo he probado desde pequeño y ese deporte sí que se me da mejor. Todos los años vamos una semana toda la familia a esquiar. Y el surf siempre que puedo me intento escapar a coger olas, aquí o en cualquier lugar del mundo.

Es un gran aficionado a la UD Las Palmas y el martes hizo el saque de honor en el partido ante el Atlético. ¿Qué sintió?

Es un honor que el club me eligiera para disfrutar de ese honor. Estar en el Estadio de Gran Canaria, verlo lleno jugando contra el Atlético de Madrid, estaban mis amigos y mi familia... era un sueño que tenía y cumplirlo me ha hecho muy feliz.

Todos los domingos de competición lleva motivos amarillos, azules y blancos por la UD Las Palmas y por Canarias.

Así es, soy canario cien por cien y siempre intento llevar polo amarillo con pantalón azul o blanco. Me gusta llevar esos colores en el último día.

Volviendo al surf, ¿cuál es su ola favorita en el mundo?

Una ola en las Islas Mentawai, en Indonesia, que se llama Rifles. La surfeé por primera vez este año y es una maravilla

¿Y en Canarias?

La derecha del Faro de Maspalomas, que no sale mucho pero cuando sale es muy juguetona, es muy larga y me lo paso muy bien.

¿Lleva siempre una tabla de surf en la maleta?

Cuando viajo a competir no, pero aquí en el coche siempre la llevo por si cuadra.

¿Echa mucho de menos Canarias cuando está fuera?

Sí. Vengo pocas veces al año porque no vivo aquí, pero mis padres y mis hermanos me vienen a visitar varias veces y me traen comida canaria. Lo echo de menos pero intento que la morriña no me perjudique.

Uno de los aspectos más exigentes del golf son las horas de vuelo y el tiempo lejos de la familia. ¿De qué maneras mata el tiempo?

Me encanta viajar, solo me molesta el viaje en sí. Cuando competimos le echamos muchas horas, no hay horas muertas al día, pero sí que las hay en los aviones. Intento aprovechar ese tiempo para ponerme al día de lo que pasa en el mundo, leo los periódicos porque a veces vivimos en una burbuja. Y también me gusta ver alguna película e intento descansar.

¿Quiénes son sus mejores amigos en el circuito?

Con los españoles afortunadamente tengo muy buena relación. Con Olazábal y con Jiménez tengo una relación fantástica basada en mi admiración por ellos. Me han ayudado mucho compartiendo sus vivencias conmigo. Y todos mis compañeros de los que estoy muy orgulloso porque también han llegado al circuito europeo como Álvaro Quirós, Pablo Martín o Pablo Larrazábal, a los que conozco desde que tenía unos 12 años.

Los golfistas tienen carreras muy duraderas. La suya en la élite acaba de empezar, ¿pero se imagina, por ejemplo, a los 52 años como Miguel Ángel Jiménez todavía jugando al golf?

Eso de que acaba de empezar... es verdad que el año pasado ha sido el de mayor éxito, en el que ha habido un salto cualitativo muy importante. Seguramente mis mejores años están comenzando porque el pico más alto de un jugador de golf suele estar entre los 30 y los 40 años, cuando todavía es joven, está fuerte físicamente si las lesiones se lo han permitido y ya ha acumulado experiencia. No sé si seguiré a los 52 años jugando al golf, estoy seguro de que habrá otras prioridades en mi vida en ese momento, pero me gustaría seguir jugando, aunque no al mismo ritmo ni a la misma intensidad que ahora.

Estudió empresariales, ¿se ve dedicándose en algún momento a su carrera?

Algo relacionado con el golf y donde pueda aplicar los conocimientos que aprendí sí que me gustaría y me veo en el futuro, pero no es algo que esté pensando a medio plazo.

¿Cuando llega un torneo cómo actúa? ¿Es un obseso a la hora de entrenar y de inspeccionar el campo o prefiere despejarse?

Busco el equilibrio. Cada persona tiene su método. Compartiendo experiencias con otros compañeros he comprobado lo que le funciona a cada uno y en mi caso creo que tengo bastante equilibrio. Intento presentarme en el hoyo uno con la mentalidad de que he hecho lo que tenía que hacer para llegar lo mejor preparado posible a ese campeonato. Conocer el campo y estudiarlo bien es fundamental, pero no cuento las horas que estoy o las rondas de entrenamiento. Necesito estar seguro de la estrategia de juego que voy a seguir y no tener ninguna duda antes de comenzar. Esa es mi actitud. Y aparte de eso, evidentemente llegar descansado. No se pueden cometer excesos en competición porque dependemos de nuestro cuerpo.

¿Qué aspecto de su juego cree que tiene que mejorar más?

Honestamente creo que cada vez quedan menos cosas que mejorar. No tengo ninguna laguna en mi juego ni tengo nada que despunte muy por encima de lo demás. Creo que soy un jugador muy completo y eso me aporta mucha consistencia porque siempre hay alguna parte de mi juego que está bien. Si tengo que elegir en qué puedo mejorar diría que los golpes alrededor del green. Sin estar mal creo que ahí es donde más margen de mejora puede haber.

La mente es un factor fundamental, ¿cómo trabaja el aspecto psicológico?

Sin duda, la preparación mental es tan importante como la técnica y la física. He estado trabajando con un psicólogo y ahora tenemos una forma diferente de abordar los problemas. En lugar de abordar el problema una vez que sale en el campo e intentar corregirlo intentamos evitar que ese problema salga de raíz. Es una especie de reseteo a nivel del subconsciente que ayuda a que la imagen de uno mismo mejore y por ende uno en el campo esté más contento y se encuentre con mayor seguridad y con mayor confianza. Todas esas cosas, unidas a una actitud adecuada, hacen que el rendimiento mejore.

Ya dijo antes que 2016 ha sido el mejor de su carrera. ¿Se esperaba cuando empezaba el año que lograría tantos éxitos?

No es que uno lo espere sino que lo sueña. Salvo el hecho de ganar un torneo cumplí todos los sueños y objetivos que tenía. Eran las metas que me había puesto porque cuando me pongo una meta es porque creo que la puedo alcanzar. Cuando logro un objetivo tras otro sorprende que todo vaya tan bien. Me sorprende pero a la vez no es algo inesperado porque he trabajado para ello. A veces el resultado no llega y he hecho exactamente lo mismo. Simplemente en esta ocasión sí ha salido y espero que la racha continúe porque creo que es consecuencia de una buena línea de trabajo.

¿En 2017 dónde está su límite, cuál es su objetivo?

No me gusta ponerme techo, me gusta ponerme metas alcanzables. Sí que creo que podría subir hasta los 15 mejores del mundo. Si mantengo el nivel de juego de este año creo que puedo estar entre los 15 y quizás el Top Ten. Si caen varios títulos es posible porque tienen una dotación de premios y puntos muy superior y necesaria para estar entre los diez. Creo que tras el salto del año pasado, si consigo mantenerme va a ser una temporada positiva. Y lo que más me gustaría sería volver a ganar un título [el último lo logró en 2012].

En el golf los campeones de los 'majors', los cuatro torneos más importantes, no suelen ser siempre los cinco o seis mejores del mundo, como en el tenis por ejemplo. En este sentido, ¿se ve con opciones de tener cuatro días buenos y dar la sorpresa?

Por supuesto. En el golf puede pasar perfectamente, ya ha habido jugadores en una posición muy inferior en el ránking mundial que han ganado los torneos más prestigiosos del mundo. Así que, ¿por qué no yo? Creo que mi juego está llegando a un nivel muy, muy alto, en el que puedo rendir en cualquier competición, en cualquier circunstancia y en cualquier tipo de campo a un nivel muy, muy alto. Si tengo mis cuatro días buenos y esa pizca de suerte necesaria puedo estar luchando por ganar un major, sin duda.

Ryder Cup o Juegos Olímpicos, ¿qué ha sido más especial?

Los dos fueron muy especiales, pero de manera distinta. La Ryder Cup era un sueño de niño, uno de los motivos por los que quería ser profesional, una competición en la que todos mis ídolos españoles han competido. Y además pude disfrutar de ese honor al lado de Sergio García, otro de mis ídolos de mi juventud, que para mí es el jugador más talentoso del mundo. Y luego a nivel individual estuve muy orgulloso de mi actuación, aunque el resultado final del equipo no fue el que queríamos, evidentemente. Pero sí que la experiencia está más allá del hecho de ganar o perder. Y en cuanto a los Juegos Olímpicos fue un grandísimo honor haber estado en la ceremonia de inauguración con los mejores atletas de mi país, entrar a un estadio como Maracaná con 100.000 personas celebrando y haber vivido en la Villa Olímpica y visto a otros atletas entrenar. Fue una experiencia enriquecedora que jamás olvidaré. Es especial de manera diferente porque no tenía esa ilusión de pequeño, pero ahora que lo he jugado no me gustaría perderme los próximos Juegos.

La prensa especializada siempre ha destacado de usted que en los momentos de tensión, como en la Ryder o en los Juegos, no se cortó y fue descarado en su juego. ¿Cree que esa es una de sus grandes cualidades?

Sí, el aspecto mental es algo que hemos trabajado mucho, pero siempre he jugado de forma valiente, nunca me he arrugado en los momentos de presión. Todo lo contrario. He cometido errores, por supuesto, y los seguiré cometiendo, pero no son errores por miedo, son errores por inexperiencia o por equivocación. No son por factor de intimidación. Para los dos torneos conseguí prepararme muy bien mentalmente y llegué en muy buen momento de forma.

¿Qué le pide al 2017?

Mucha salud, que es lo primero, seguir disfrutando del golf, que es mi pasión. Y que sigan viniendo éxitos.

¿Y a nivel de resultados qué prefiere: un título, un gran resultado en un grande, acabar entre los 15 mejores...?

Puestos a pedir, lo pido todo (sonríe). Muchos pueden venir unidas, pero sí me gustaría estar luchando por ganar un grande, llegar con opciones a los últimos nueve hoyos. Y lo que sí me gustaría es volver a ganar un titulo, que este año me he quedado muy cerca en varias ocasiones.

Compartir el artículo

stats