Quemaduras superficiales por rozamiento o por el sol, ampollas, lesiones músculo-esqueléticas y deshidrataciones fueron los motivos de atención sanitaria más relevantes que se produjeron en el ámbito del CajaSiete Gran Canaria Maratón, todos ellos atendidos por el dispositivo diseñado y ejecutado por el Hospital Perpetuo Socorro como servicio médico oficial de la carrera grancanaria.

El dispositivo estuvo compuesto por casi 200 personas, entre médicos, diplomados universitarios en enfermería (DUE), auxiliares y fisioterapeutas, y dirigido por la doctora Clara Quintana, especialista en Medicina Deportiva del centro hospitalario. Hubo distintos puntos de atención, distribuidos a lo largo de todo el recorrido para garantizar la pronta atención in situ de cualquier problema médico que pudiera surgir en el transcurso de la prueba, que finalizaba sin incidencias destacables en este apartado.

En la zona de meta se situó un hospitalito con médicos de Urgencias, cardiólogos y traumatólogos, personal diplomado de enfermería, auxiliares y SVB, además de una zona de rehidratación con diplomados universitarios en enfermería y auxiliares, así como una carpa de reanimación cardiopulmonar con material y personal especializado, que trató fundamentalmente casos de deshidratación.

El despliegue sanitario, el mayor realizado en el ámbito del CajaSiete Gran Canaria Maratón, contó con once desfibriladores externos semiautomáticos (DESA), un aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria, cinco soportes vitales avanzados (SVA), y nueve soportes vitales básicos (SVB).

Por su parte, más de 850 corredores fueron atendidos por fisioterapeutas en el asistencial postcarrera del CajaSiete Gran Canaria Maratón en las tres estaciones dispuestas para que los deportistas recibieran tratamiento por los Servicios Médicos del Hospital Perpetuo Socorro (HPS), en coordinación con el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias (COFC). Alrededor del 15% de los deportistas, de unos 6.000 que tomaron parte, requirieron voluntariamente tratamiento después de su llegada a meta -récord de asistencias-.