Sabor agridulce deja la derrota que encajaba el Herbalife Gran Canaria en una de sus canchas gafes, La Fonteta, y ante uno de sus cocos en la Liga Endesa, el Valencia Basket. Y es que el conjunto grancanario, que caía finalmente por 86-81, estuvo en el partido hasta el tramo final del mismo. Después de un pésimo inicio, los amarillos -ayer de azul- remaban contracorriente, pero llegaban aún con opciones de triunfo a los últimos instantes del choque . En esos momentos decisivos, los insulares no fueron determinantes y lo aprovechó la escuadra valenciana. Este duelo, preludio del que ambos conjuntos jugarán a mediados del mes que viene en los cuartos de la Copa del Rey de Vitoria, deja buenas sensaciones para la cita copera.
Los de Luis Casimiro encajan su segunda derrota consecutiva en la competición doméstica, y como en la primera vuelta, empiezan la segunda lastrados. Ya van 0-2 frente a dos de los rivales que en el inicio de la temporada colaboraron en aquel 0-4 desfavorable. Ahora le quedan otros dos, el Unicaja de Málaga y el Iberostar Tenerife.
El Granca, ante un rival poderoso como el Valencia Basket, pagaba caro su mal inicio. Entre la poca intensidad defensiva y el desacierto en ataque, se veía con una desventaja de 16 puntos a poco más de un minuto y medio para la finalización del primer cuarto. Dos tiros libres de Xavi Rabaseda y un triple de Sasu Salin maquillaron el tanteador al término de los diez minutos inaugurales. Estos se clausuraron con una canasta de Vives que dejaba el 27-14 en el luminoso.
Mucho cambiaron las cosas en el siguiente acto. El Herbalife Gran Canaria, revitalizado atrás, empezaba a dar muestras de su peligrosidad, sobre todo en el último tramo. Con un 37-24 en el marcador superado el ecuador de este periodo, entre Xavi Rabaseda, Bo McCalebb y Kyle Kuric conseguían colocar un parcial de 3-9 para poner el 40-33.
Las esperanzas del cuadro claretiano por remontar se avivaron en los últimos segundos con los aciertos consecutivos de Royce O'Neale y Richard Hendrix, que dejaban la diferencia en un -5 para el conjunto grancanario al descanso. Todo un logro visto el rumbo que había tomado el encuentro en sus albores.
Tras un intercambio de canastas en el inicio del tercer acto, el Granca volvía a mostrarse poderoso, utilizando de nuevo como mejor arma la defensa para poner en aprietos al Valencia Basket.
Poco a poco, la balanza se iba nivelando. Después de hacer la goma en el tanteador, el cuadro claretiano conseguía por fin culminar la remontada. Las canastas de Richard Hendrix, Bo McCalebb, Eulis Báez y Royce O'Neale confirmaban un parcial de 0-8 que colocaba un ilusionante 46-47 que hacía pensar que un triunfo en La Fonteta era posible -el último del Granca allí data del año 2005-. San Emeterio cortaba la racha de los insulares, pero de nuevo Royce O'Neale dejaba en franquía a los suyos casi en el ecuador de este tercer cuarto (48-48, a falta de 5.47).
Volvió entonces a resurgir el Valencia Basket. Entre el acierto del cuadro taronja y algunas decisiones arbitrales -una antideportiva señalada a Bo McCalebb y técnicas a Luis Casimiro y a Pablo Aguilar en la misma jugada por protestar una falta clara cometida sobre el ala-pívot que no se señaló-, los locales hacían un 6-0 de parcial para dejar el 59-51 en el marcador a 1.15 para el final de este acto. Un triple de Xavi Rabaseda puso en -5 la desventaja del Herbalife.
Triple de Aguilar desde su casa
Cuatro puntos consecutivos de Vives parecían que iban a echar el telón al tercer periodo y que el Granca se iba a presentar en el cuarto decisivo teniendo que remontar nueve puntos. Pero en la última jugada, la pelota cae en manos de Pablo Aguilar después del error de los valencianos en el último ataque. El ala-pívot no se lo piensa y lanza en busca de un acierto milagroso. Atónitos, todos los presentes observan cómo el lanzamiento del granadino desde veinte metros, a la altura de la zona grancanaria, se cuela. Triplazo (63-57).
En los primeros compases del acto definitivo, el Granca se seguía agarrando a sus posibilidades de victoria. El helicóptero Hollins -volando siempre por encima del aro-, Richard Hendrix, Xavi Rabaseda -triple- y Eulis Báez permitían soñar a la escuadra isleña 70-68). En una jugada de 2+1, el dominicano fallaba el tiro libre adicional a falta de 4.40 para la conclusión del choque.
Entonces, de ponerse a uno, el Granca se vio en un abrir y cerrar de ojos con -7 merced al derroche anotador de Sikma, vital para los suyos en esos instantes (75-68). A continuación, la cosa empeoraba más para los visitantes. Bo McCalebb, de palomero, se deja ir y Sastre le coloca un tapón. Seguidamente, San Emeterio clava un triple (78-68, a 3.22). Aunque el Herbalife lo siguió intentando, el Valencia jugó bien sus bazas. Un acierto postrero de Bo McCalebb colocaba el 86-81 final.
