El Telde, colista del grupo canario de Tercera, sumó una nueva derrota que le complica mucho la permanencia en la categoría. Mientras, la UD Las Zocas da un paso adelante en su afán por eludir el descenso. Decidía el choque un tanto tempranero.

Empezó el conjunto teldense con la misma tónica de hace siete días frente el Unión Viera. Sin casi romper a suda, ya su portero Víctor había recogido el esférico del fondo de la portería. Un córner de Jonathan Sesma, que él mismo había provocado, fue rematado por Pingui de cabeza, aprovechando un despiste colectivo de la zaga local.

Con un Telde tocado desde el primer asalto, Las Zocas ejercía la presión muy arriba y nuevamente Pingui estuvo a punto de sorprender a los seis minutos con un balón aéreo al que el meta del equipo grancanario, retrocediendo sobre sus pasos, llegó con cierta comodidad.

Poco a poco, el equipo teldense empezó a estirarse. Arrazola no llegó a un centro de Édgar a pierna cambiada. Al borde del minuto 20, una ocasión para cada equipo. Para el visitante, Alejandro el que lo intentó de cabeza, haciendo valer sus centímetros, aunque el cuero se fue por arriba del travesaño.

La respuesta llegó en los pies de Derek, que lanzaba blandito intentando colocar sin apurar el espacio que tenía por delante y así originar más riesgo sobre el marco de David, que no tenía mucho trabajo hasta ese momento.

Tres minutos más tarde, otra buena acción de ataque. Jugada entre Ponce y Derek que culminaría Arrazola con un disparó defectuoso ante la oposición de la defensa. La presión zoquera fue mitigándose y el Telde ganaba espacio en la zona ancha del campo, lo que servía para enviar balones a sus puntas.

Así llegó una nueva ocasión para Arrazola, que pelea por un esférico dentro del área donde un malentendido entre zagueros y portero casi les cuesta el 1-1 a Las Zocas, pero el jugador local golpeó mal.

Nuevo intento de los anfitriones a balón parado en una falta directa que Killian golpea a media altura y al segundo palo, encontrándose con una buena intervención de David, que desvía el cuero. La última ocasión de la primera mitad fue para Aníbal, sin suerte.

Después del descanso se vio un Telde mucho más ambicioso. El cuadro teldense, desde el inicio de la segunda parte, dio muestras de querer empatar, pero se tropezó con una defensa férrea, un guardameta bien colocado y, lo más preocupante, su falta de acierto.