Albert Oliver está en plena forma. Y con él enchufado el Herbalife Gran Canaria siempre carbura. No falla. Es una cuestión matemática. Si el catalán se encuentra fino, todo lo demás fluye. Y ha fluido en especial en las últimas semanas. El base, de 38 años, podría estar en los últimos meses de su carrera. Con contrato hasta el 30 de junio, solo él sabe si continuará al final de curso. De momento ha explicado que esperará para tomar la decisión definitiva, pero por la imagen que ha mostrado en los últimos encuentros ha dejado claro que le queda baloncesto para dar y regalar.
Había dudas. Y es que no estaba siendo la mejor temporada de Albert Oliver. De hecho, era la peor como jugador claretiano. Hasta la llegada de la Copa del Rey promediaba en los 36 primeros partidos de la temporada apenas 4,9 puntos, 4,4 asistencias y 6,8 de valoración, cifras buenas pero lejos de cursos anteriores.
Promedios notables
Ocurre que desde la Copa del Rey, y en especial en los tres últimos partidos de la Liga Endesa, ha surgido el Oliver más estelar. La competición del k.o. volvió a sacar la mejor versión de sí mismo y desde entonces, en los últimos seis encuentros del equipo ha doblado sus registros: 9,5 puntos, 6,6 asistencias y 12,6 de valoración.
Algo similar sucedió el curso pasado. Da la sensación de que Oliver, ya en los 38 años, sabe a la perfección cómo medir sus esfuerzos para llegar en plena forma a los momentos decisivos. En la Copa del Rey de La Coruña, cuando el Herbalife fue subcampeón, Oliver ejerció de uno de los líderes. Y este curso de nuevo una cita tan importante ha servido de rampa de lanzamiento.
Así, ante el Valencia sumó 7 puntos, 7 asistencias y 12 de valoración. Frente al Real Madrid lo bordó con 8 puntos y 10 asistencias, empezando de la mejor manera la semana más demoledora de la temporada para los amarillos. En el doble duelo con el Hapoel Jerusalem promedió 11 puntos y 4 asistencias. Y en los dos últimos choque de la Liga Endesa, ante el Rio Natura y el Real Betis siguió con el papel de jefe. Oliver llega en plenitud al tramo final de la temporada. El Granca sonríe.
