El Celta de Vigo se clasificó para los cuartos de final de la Liga Europa después de derrotar por 0-2 al Krasnodar ruso con goles de Hugo Mallo y Iago Aspas. El cuadro de Berizzo mostró madurez y manejó con inteligencia el gol de ventaja que había conseguido en Balaídos (2-1). El Celta igualó, 16 años después, su techo europeo.

El Celta tuvo la mejor oportunidad de gol en un lanzamiento de Pione Sisto que sacó Sinitsin (min. 14). La mejor y casi la única. Unos minutos después volvió a asomarse por el área rusa con un tiro flojo de Guidetti.

El peligro del equipo gallego quedó ahí, en parte porque Aspas estuvo vigilado con dureza y porque prefirió resguardarse. El Krasnodar no tuvo oportunidades claras, pero ese acoso inquietó algo al Celta, por momentos ansioso.

El comienzo del segundo tiempo fue el ideal para que el Celta se sacudiese la ansiedad. Gol a los seis minutos: Guidetti corrió por la banda izquierda, centró, Aspas remató cerca del área pequeña, su tiro rebotó en Petrov y el rechace lo culminó Hugo Mallo con un cañonazo. Ese gol hirió al Krasnodar, sin capacidad de reacción.

El Celta leyó el encuentro a la perfección. Esperó su contragolpe para cerrar la eliminatoria. Y llegó a diez minutos del final. Una contra acompañada de una pared de Guidetti y Aspas, que corrió desde el centro del campo, más veloz que los defensas, para plantarse ante Sinitsin y marcar con una vaselina el 0-2 de una victoria que mostró la madurez futbolística del equipo de Eduardo Berizzo.