Resultado engañoso en Los Olivos. Ni fue tan bueno el líder, Las Palmas Atlético, ni fue tan malo el segundo clasificado, Villa Santa Brígida. La expulsión del capitán del cuadro satauteño, Pablo Álvarez, que a pesar de su veteranía entró en la provocación de uno de los jóvenes defensores visitantes, al que dio un manotazo, y la lesión de Pedro Alemán, en el tercer tanto visitante cuando quedaban 11 minutos por jugar, influyó en el resultado final.

El entrenador local, Israel Quintana, no pudo alinear a dos sus puntales, Pedro Pérez y Adrián 'El Chino', cedidos por la UD por exigencias de contrato. Con este triunfo, el conjunto dirigido por Manolo Márquez acaricia el título de campeón del grupo canario. La diferencia de los amarillos con el segundo clasificado, que es ahora el San Fernando, se aumenta a 16 puntos.

Golazo y emoción de Castaño

El momento más emotivo del choque se produjo cuando Enrique Castaño consiguió un espectacular tanto desde el centro del campo y se lo dedicó a su abuelo, fallecido pocas horas antes y por el que se guardó un minuto de silencio. Otra de las anécdotas de este enfrentamiento se produjo en el primer tanto visitante, conseguido por Alex Suárez, que la pasada campaña defendió los colores del conjunto verdillo, al igual que Parras, y que no lo celebró por respeto a los que fueron sus seguidores.

Mucha expectación había suscitado el enfrentamiento entre los dos mejores equipos del grupo canario y que congregó a más de 500 espectadores en la instalación de Santa Brígida. En un inicio, los dos equipos lucharon en la parcela central por hacerse con el control, decayendo la balanza en esta pugna a favor de los visitantes, que llegaban con mas asiduidad a la meta contraria. Después de un centro envenenado de Eric Expósito y un disparo de Carlos González, que desvió a córner el guardameta Pablo Cubas, llegó el primer tanto de los amarillos, en una jugada ensayada: centro de Benito y cabezazo a la red de Alex Suárez. Tras la expulsión de Pablo Álvarez, el Villa perdió todos los complejos y acorraló a su adversario en su campo. El portero Guanche y el poste evitaron el empate en ocasiones del incisivo Santi, en dos ocasiones, y Juanma Pérez, en el lanzamiento de una falta.

En la reanudación el técnico local, a pesar de contar con un futbolista menos, arriesgó al colocar tres centrales, y ganar efectivos en el centro del campo y en las bandas. De esta forma se produjo un acoso constante del Villa, que acorraló a Las Palmas en su campo. Mientras, los amarillos se defendían con orden e impedían que sus adversarios llegaran con peligro a su portería. En esta fase, sólo Sergio Pérez con un disparo que se le fue fuera, inquietó al guardameta Ale Guanche, aunque el tinerfeño Santi luchó lo indecible para tratar de superar la sobria defensa visitantes.

Segundo tanto y vendaval

Cuando mejor jugaban los locales llegó el segundo gol de los amarillos, en una falta lanzada por Borja, que cabeceó atrás Eric para Carlos González, que mandó la pelota a la red. Este tanto dejó tambaleándose a los anfitriones, que ya quedaron noqueados tras el tercero de Ronaldo, que coincidió con la lesión de Pedro Alemán.

Ya contra las cuerdas el rival, con dos jugadores menos, el filial amarillo consiguió dos tantos más con los que cerró un resultado engañoso por los méritos de ambos.