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Atletismo

El Usain Bolt de la Maxorata

Darwin Echeverry, originario de Colombia y forjado como atleta en Fuerteventura, es una de las más firmes promesas españolas

Darwin Echeverry, corriendo con los colores de la selección española en el Europeo júnior de Suecia. LP / DLP

Acuérdense de este nombre: Darwin Echeverry (Cali, Colombia, 2 de enero de 1996). Muchos especialistas le señalan como uno de los atletas que sonará con fuerza en el panorama español dentro de muy poco tiempo. Aún encuadrado dentro de la categoría sub-23, su progresión está resultando meteórica. Nacido en Colombia, aterrizó en Fuerteventura acompañando a su madre cuando contaba con 12 años de edad. En la Maxorata descubrió esta modalidad en su etapa estudiantil. Hasta ese momento, su pasión era el fútbol.

Delantero centro goleador y seguidor "a muerte" del FC Barcelona, militó en los equipos de base del Puerto Cabras y del Herbania. Durante un tiempo compaginó ambos deportes, pero acababa desdeñando uno y se decantó por el otro. Una decisión acertada. "Aunque corremos en distintas pruebas", se declara admirador del campeonísimo Usain Bolt, el mejor velocista de la historia junto con Carl Lewis.

Es uno de los productos surgidos del Torneo de Institutos que el Cabildo de Fuerteventura organiza desde hace más de una década. En su centro de enseñanza le vieron una condiciones innatas para el atletismo. Lo convencieron, con la posibilidad de, si destacaba, salir fuera, conocer gente, viajar, poder llegar a la selección...

Poco tardó en explotar Darwin Echeverry, consiguiendo ya victorias en sus primera apariciones en los Campeonato de Canarias. Un corto periodo en el Playas de Jandía para pasar en 2013 al Tenerife CajaCanarias, uno de los equipos con más solera en el panorama nacional y cuyos colores sigue defendiendo en la actualidad.

Aunque en sus inicios en el atletismo dio sus primeros pasos en las pruebas de vallas, no le convencían en demasía. Así pues optó por las carreras de velocidad y se ha especializado en la de 400 metros. Actualmente, posee la segunda mejor marca sub-23 española de la historia (46.61). Este tiempo lo consiguió en la semifinal del Campeonato de España absoluto de pista cubierta celebrado en Salamanca a mediados de febrero. En la final, terminaba quinto en la prueba reina del evento, por la calidad de los participantes. A pesar de hacer la mínima, se quedaba a las puertas de conseguir el billete para el Europeo de sala celebrado a principios de este mes en Belgrado (Serbia).

Reconoce que este hecho no le supuso una decepción, "pero lo que no me esperaba era el nivelazo que había". Señala que debutar con la selección española absoluta se convierte en "uno de los objetivos que aún le quedan por conseguir". Y parece que será en poco tiempo, vista su progresión.

Intentará quitarse la espina este verano en el Campeonato de Europa de su categoría, la sub-23, que tendrá lugar en Polonia allá por el mes de julio. Se ve con opciones "de estar entre los tres primeros y no es descabellado soñar con el primer puesto".

Se convertiría en su mayor logro en una competición de gran calado, después de firmar un sexto lugar en el Campeonato de Europa júnior de Suecia en 2015. Anteriormente, en 2013, también defendió la camiseta de la Roja en el Campeonato del Mundo juvenil de Donetsk, en Ucrania.

En un horizonte más lejano, el velocista sueña con representar a España en unos Juegos Olímpicos, y por qué no los de Tokio 2020. "Sin duda, es el sueño de todo deportista. Sé que para llegar a los próximos debo mejorar mucho en estos casi cuatro años que restan, y si no, para los siguientes", expone.

Darwin Echeverry, desde la temporada 2014-15, tiene fijada su residencia en la Residencia Joaquín Blume de Madrid, gracias a una beca concedida por la Federación Española de Atletismo. Allí, se entrena a las órdenes de Jorge Marín Padilla.

Con 21 años de edad, compagina la práctica del atletismo con un ciclo de informática y redes. Entre una cosa y otra, la actividad diaria resulta frenética para el cuatrocientista, "porque además ahora me estoy sacando el carné de conducir y tengo todo el día ocupado". Tras dedicar la mañana a su formación académica, por la tarde tocan dos horas o dos horas y media para los entrenamientos, "nunca más de tres".

En el poco tiempo libre que le queda, "soy un poco friki y me encanta pasar horas jugando a la Play, sobre todo al fútbol". "Echo de menos que no haya un juego dedicado íntegramente al atletismo; con motivo de los Juegos Olímpicos de Londres sacaron uno donde sí estaba este deporte, y me divertía mucho con él", declara entre risas.

Un poco más serio se pone cuando toca hablar del nivel actual de su modalidad deportiva en Canarias. Piensa que "existen muy pocas ayudas y el atleta no se siente protegido". Por ello, reclama más implicación tanto desde las federaciones como de las instituciones. Considera que para potenciar la práctica atlética deben promoverse iniciativas como el Torneo de Institutos de Fuerteventura, que el Cabildo majorero desarrolla desde hace más de una década. "Ahí empecé a dar mis primeros pasos en el atletismo y ha sido un vivero del que también han surgido otros chicos y chicas de gran proyección", explica Darwin Echeverry.

Al velocista de origen colombiano le resulta extraña la situación del atletismo en Canarias cuando, a nivel nacional, se vive una etapa de resurgimiento, "donde existen atletas jóvenes que están consiguiendo grandes resultados internacionales, como en el pasado Europeo de pista cubierta en Serbia".

A pesar del momento dulce que atraviesa actualmente en su carrera deportiva, Darwin Echeverry también recuerda los malos momentos, que casi siempre suelen coincidir con las lesiones, "como el año pasado que tuve problemas de isquios tanto en la temporada de invierno como en la de verano".

Reconoce que muchas veces echa de menos vivir en Fuerteventura y recuerda con cierta nostalgia aquella etapa inicial de su carrera como atleta en tierras majoreras, "donde nos lo pasábamos muy bien". "Teníamos un grupo muy unido, donde existía un gran compañerismo y todos nos ayudábamos entre sí", explica.

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