El Spar Gran Canaria despidió la temporada como local con un triunfo claro sobre Lacturale Araski (91-53), que se vio ampliamente superado este sábado en La Paterna. Era su último partido en la elite en casa después de casi treinta años consecutivos en la máxima categoría del baloncesto femenino. Una etapa repleta de éxitos, con tanto títulos nacionales (dos Copas de la Reina) como internacionales (una Liliana Ronchetti). Sin embargo, este periplo acaba, salvo que se produzca algo imprevisto este verano en los despachos, con la peor temporada de su historia en la máxima categoría, pues acaban penúltimas.

Las de Pepe Carrión, sin embargo, empezaron ayer arrollando, con un 12-2 que tras cuatro minutos obligó a Madelén Urieta a pedir tiempo muerto. Se enmendarían en parte las vascas, concluyendo el cuarto no obstante con un 23-10, fiel reflejo del mejor baloncesto de las anfitrionas, que sin presión siguen dando un gran nivel en este final de campeonato.

El Lacturale Araski no tenía su día y tras los primeros minutos del segundo acto se veía doblado en el marcador: 33-15. El conjunto vasco, que llegó a la isla con opciones matemáticas de jugar el "playoff", no acababa de encontrar su juego: 46-24 al descanso. Holt era la mejor en la pista.

Aunque el cuadro vitoriano es un recién ascendido, lo cierto es que ha sido la sensación de la temporada en la Liga Femenina y por eso se esperaba más este sábado en La Paterna. Pero las visitantes no conseguían imponer su baloncesto eminentemente físico. Con 67-37 se llegó al final del tercer cuarto, que dejó el choque resuelto. Al recital anotador de las anfitrionas se unió Stejskalova, autora de siete puntos en ese parcial para un total de 13 hasta entonces.

Los últimos diez minutos fueron un trámite. Aunque Madelén Urieta buscó despertar a las suyas lo cierto es que el marcador acabó creciendo en su contra y a falta de tres minutos para la conclusión mostraba un apabullante 85-44. Con 91-53 acabó el choque.