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Boxeo Una velada con historia

Figueras cuelga los guantes

A sus 41 años y después de media vida dedicada a los deportes de contacto, Marcos 'el Vikingo' se retira este próximo sábado en la velada de La Gallera del López Socas

Marcos Figueras 'el Vikingo' esta semana junto al Centro Insular de Deportes, con los guantes ya colgados. ANDRÉS CRUZ

"Que veinte años no es nada", reza en una de sus estrofas el tango Volver, que tan maravillosamente cantaba el genial Carlos Gardel. Y ciertamente, a Marcos Alberto Figueras Guedes (Las Palmas de Gran Canaria, 04-12-1975), los últimos veinte años -en realidad los últimos veintidós- le han dado para mucho. Sobre todo para consolidar una carrera deportiva jalonada de mamporros a diestro y siniestro, pero en la que ha cosechado "una inmensa colección de grandes y buenos amigos", según señala el protagonista de esta historia, más conocido en el mundillo de los deportes de contacto como Marcos Figueras, el Vikingo.

"Lo primero que quiero dejar claro, ya que como dices me he pasado media vida entre mamporros, es que los deportes de contacto para nada engendran violencia. No son agresivos, aunque pueda parecer lo contrario. La agresividad va en la persona. Lo que pasa en el ring se queda en el ring. De resto hay nobleza por todas partes. Y si no, mira el extenso número de amigos que he cosechado a lo largo de todos estos años, habiéndome pegado con ellos", señala el Vikingo, un apodo que le han puesto últimamente "por mi aspecto nórdico y porque dicen que me parezco al protagonista de esa serie".

El sábado cuelga los guantes

Desde aquellos lejanos 19 años con los que comenzó a combatir "en serio, porque ya antes, en el colegio, había hecho algo de taek-wondo, kárate y judo", han pasado 22 años y en ellos ha disputado un total de 95 combates en las diferentes disciplinas deportivas que ha practicado. Esos inicios fueron en el gimnasio que Mario Vega tenía en la calle Pérez del Toro, donde se entrenaba en boxeo y muai thai, y los primeros pasos los dio bajo la tutela de Feluco Marrero, todo un referente dentro del noble arte en las Islas.

"He hecho cuatro combates en MMA, 25 combates en boxeo -cinco como profesional y veinte como amateur-, y 66 entre muai thai -conocido también como boxeo tailandés- y K1, aparte de haber hecho también jiu jitsu brasileño o valetudo", indica Marcos Figueras, quien ha decidido que este próximo sábado, 1 de abril, colgará definitivamente los guantes, en el que será su combate número 96.

"Hay quienes querían que hiciera algo más de historia llegando a los cien combates, y me ofrecían unas peleas a la medida. Pero a mí no me gusta eso. No he llegado hasta aquí para eso, así que me retiro ya, este sábado, en La Gallera", indica este vigilante de seguridad y portero de discotecas en sus ratos libres.

Un fajador

"Ya son 41 años, 22 de ellos peleando, y en este último combate quiero disfrutar. Evidentemente, me gustaría retirarme ganando, pero no le doy mucha importancia a eso. Lo bueno es que estaré rodeado de mi familia y contaré con su apoyo", añade el Vikingo.

Durante toda su carrera, tanto en el boxeo como en el resto de modalidades de deportes de contacto que ha practicado, Marcos Figueras siempre ha sido un fajador. Ha encajado golpes de todo tipo, pero nunca ha dado un paso atrás. Y son muchos quienes lo corroboran, no sólo sus actuaciones sobre cualquier ring.

"Jamás he rehusado una pelea. Siempre he peleado sin esquivar a ningún rival. Lo he hecho con quien me han dicho y siempre hacia adelante. Incluso he hecho hasta locuras como pelear un viernes en una modalidad y el sábado en otra. O pelear seis semanas seguidas en distintas modalidades. Pero eso ya se acabó. Ya está bien. Me retiro definitivamente", indica Marcos, que a lo largo de esa longeva carrera ha sido bronce en el campeonato de España amateur de boxeo, peso superligero, en 2011, o varias veces campeón de Canarias y subcampeón de España en muai thai.

El alumno frente al maestro

La retirada le llega a Marcos Figueras frente a un boxeador al que tiene un especial cariño: John Dickson. El alumno frente al maestro.

"Me gusta que el último combate sea con John. No rehúyo a nadie, pero es que a él le tengo un especial cariño. Lo tuve como alumno en muai thai y luego se ha pasado a boxear. Es un muy buen rival, lo hace bien. Lo mejor que podía pasarme es retirarme ante un chico humilde y de muchísimo futuro como él", añade.

Y ahora que llega la retirada, el Vikingo lo tiene sumamente claro en cuanto al futuro inmediato. "Pase lo que pase es el punto y final. Ya no estoy para estos trotes. Ahora, lo primero que quiero hacer es descansar un tiempo. Aunque, por supuesto, voy a seguir entrenando como cada día, pero quiero descansar. Luego ayudaré a otros competidores en cualquier disciplina e igual vuelvo a impartir clases. Pero lo prioritario es descansar y dedicar más tiempo a la familia, que la he tenido un tanto abandonada con tanto ajetreo de entrenamientos y combates", indica Figueras. Un Figueras que siente algo de pena porque su hijo, de 14 años, "va a los combates por compromiso. No le gustan los deportes de lucha en particular, ni los deportes en general, aunque en el colegio ha hecho algo de balonmano".

"Nunca hay que rendirse"

Tras su larga carrera, Marcos se atreve también a lanzar un consejo a quienes vienen detrás. "A los chicos que vienen pujando fuerte les digo que nunca hay que rendirse. Hay que crecerse ante las adversidades, creer en sí mismos, porque eso es fundamental en este deporte. Ahí arriba estás solo. Además, deben tener mucha deportividad y aprender día a día. Hay que mirar las derrotas para sacar la parte buena y positiva de ellas, para seguir aprendiendo", indica. "Sin sacrificio no hay recompensa", sentencia el Vikingo.

Y de esa larga y fructífera carrera, Figueras hurga en lo más hondo de su memoria y decide, tras un somero repaso a la infinidad de anécdotas y combates que tiene, quedarse con uno. "Quizá el mejor combate de mi vida fue en Tenerife, contra Johnny Risco, en un combate de K1. Fue impresionante y nunca lo olvidaré", indica Marcos.

"Pero lo mejor de todo son las grandes y muchísimas amistades que he obtenido a través de estos deportes de contacto. He conocido a mucha y muy buena gente. Es con eso con lo que me quedo", reafirma con rotundidad.

"Por eso, quiero agradecer todo lo que han hecho por mí y me han ayudado todos esos amigos. La lista es muy larga y me voy a dejar a muchos en la memoria, pero a todos los llevo en el corazón y saben que pueden contar conmigo en cualquier momento. Pero sí que quiero señalar, por ejemplo, a Mario Vega, Feluco Marrero, Yeray el Pera, Carlos Formento, Gustavo Sarmiento, Antonio Pulido, Josecho, Ney Montesdeoca, Jerobe Chocolatito Santana y Ferino V, que me ha zurrado de lo lindo, pero al que quiero muchísimo", añade Marcos Figueras.

Por último, Figueras hace una referencia a la velada de este próximo sábado en La Gallera del López Socas. "Creo que se va a ver un lleno absoluto en La Gallera. O al menos debiera ser así. Es la primera vez que habrá siete púgiles profesionales canarios sobre el ring. Y son buenos muchachos y, sobre todo, buenos boxeadores. Además del excelente Samuel Carmona en amateurs, entre los profesionales estarán Aramis Torres, que está progresando mucho; o Tana Hernández, un chico que tiene mucho futuro... Y está el regreso del Pluto", indica para, a continuación, añadir entre risas y a modo de epílogo: "¡Ah! y no te olvides que también pelea Marcos Figueras".

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