El Herbalife Gran Canaria lo estaba bordando. Completó una primera parte para enmarcar. La intensa defensa del equipo de Luis Casimiro mandaba en el partido, intimidaba al Barcelona y el acierto desde la línea de tres puntos (10 de 15 intentos) disparaba a los amarillos en el marcador. Era un festival. Una exhibición basada en la seriedad defensiva y la alegría atacante. Un auténtico espectáculo con los jugadores exteriores luciéndose. Bo McCalebb, Albert Oliver, Kyle Kuric, Royce O'Neale y sobre todo Pablo Aguilar desde la línea de 6'75 destacaban en medio de una actuación coral. Pero tras el descanso el Barcelona se remangó y amenazó con reaccionar. No fue un arrebato tan serio como el del tramo final comandado por el eterno Navarro, pero el equipo insular se humanizó y ya no le entraba todo. Los ataques se empantanaban y la maquinaria no funcionaba de manera tan perfecta como en los dos primeros cuartos.
Con un triple de Tyrese Rice el Barcelona puso un 64-53 en el minuto 26 que era peligroso. No bajaron de la barrera psicológica de los diez puntos hasta los últimos minutos, pero quedaba tiempo para que los azulgrana se vinieran arriba. Sobre todo porque en esos seis minutos del tercer cuarto el conjunto insular 'solo' había sumado diez puntos, bajando de manera considerable su producción ofensiva. Una bandeja de Pasecniks y dos triples de Pablo Aguilar servían para minimizar la reacción culé. Y entonces sucedió en un pispás lo que iluminó al Herbalife: Ante Tomic cometió su tercera falta personal, Bartzokas adelantó el cambio y Darko Planinic quedó emparejado con el joven Moussa Diagné.
La visión de Oliver y Báez
El cuadro amarillo no solo es corajudo, alegre, divertido e impetuoso. Juega con corazón, sabe barrer a sus rivales corriendo y tirando con precisión pero cuando hay que pisar el freno y ser cerebral también sabe hacerlo. Y ese momento de atasco general pedía una solución urgente. La encontró Casimiro con Albert Oliver y Eulis Báez sobre la pista. Todos ellos apreciaron la superioridad de Planinic en la pintura y empezaron a alimentarle. En cuestión de tres minutos anotó diez puntos y el marcador volvió a lucir un apabullante 72-53 con el que los insulares rozaban de nuevo una superioridad de 20 puntos.
El pívot croata le sacó faltas a Diagné y Claver para comenzar su aparición clave con cuatro tiros libres anotados. Posteriormente Oliver le dio una gran asistencia para que la metiera bajo la canasta y Eulis Báez repitió. El dominicano apuntaba desde la línea de tres pero vio que el duelo de Planinic con Diagné tenía un claro vencedor así que le sirvió en bandeja un uno contra uno en la pintura. No tuvo ayuda el pívot senegalés y el interior amarillo anotó su octavo punto. Bartzokas, harto de nuevo de los suyos, pidió tiempo muerto.
Pero ni siquiera esa pausa alteró la tendencia del partido. De vuelta al parqué la fórmula fue la misma: ataque muy bien dirigido por Oliver y balón para que Planinic convirtiera en la pintura. Esta vez no era la puntería de Kuric o la de Aguilar, ni siquiera las penetraciones de McCalebb lo que desatascaba al Herbalife. Fue la inteligencia colectiva y la magnitud de Planinic, que hasta entonces no había sumado y tenía problemas para frenar a Ante Tomic.
Es el segundo gran partido seguido de Planinic, que esta temporada había ido de más a menos. Comenzó la temporada de manera fulgurante pero la lesión le cortó las alas. Le costó un mundo volver a coger la forma y la presencia de Ryan Hollins y las rotaciones de Luis Casimiro le restaron protagonismo. Pero es el gran favorecido de la marcha del estadounidense.
Y le necesita el Gran Canaria para la recta final de temporada. Va sobrado de recursos exteriores el conjunto amarillo: McCalebb, Oliver, Kuric, O'Neale... todos están en plena forma y capacitados para marcar las diferencias. Pero debe disponer de alguien que pueda ser decisivo por dentro. Richard Hendrix y Anzejs Pasecniks lo han sido en varios tramos de la temporada, pero ahora es el croata el que está ganando la batalla. Ayer volvió a salir de inicio, señal de que Casimiro quiere que coja galones. No respondió en los primeros minutos, en los que mandó el tiro desde la línea de tres, pero en el tercer cuarto, en el que salió de inicio Pasecniks, gobernó el croata.
Y es que el Herbalife Gran Canaria está sobrado de recursos y los exhibió todos contra el Barcelona. Lo mejor es que es inteligente y sabe apreciar dónde tiene la debilidad el rival para exprimirla. Es un equipo coral que llega lanzado y apunta alto para el Playoff.
