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Casimiro eleva el listón

El entrenador iguala en su primer año en el Gran Canaria el registro de 31 victorias tras 45 partidos en una temporada, récord histórico del club logrado el curso pasado con Aíto

Casimiro eleva el listón

Había codazos el pasado verano por heredar el banquillo del Herbalife Gran Canaria. Sito Alonso, Fotis Katsikaris, Ibon Navarro, el propio Luis Casimiro... el listado de candidatos era enorme. El cargo del equipo claretiano era muy deseado por la mayoría de entrenadores de prestigio de la Liga Endesa. Pero no era nada fácil. Y es que los precedentes de Salva Maldonado, Pedro Martínez y, sobre todo, los más recientes de Aíto García Reneses suponían una sombra gigante. Iba a ser un reto muy complicado resistir la comparación con los inquilinos que han provocado que el CB Gran Canaria no dejara de crecer en la última década y media. Y tras las finales de Copa del Rey y la Eurocup parecía que el club ya había tocado su techo. Era prácticamente imposible mejorarlo.

Finalmente el club se decantó por Luis Casimiro, la gran apuesta de Berdi Pérez. Y la entidad dio en el clavo. "Sólo" han pasado nueve meses desde el nombramiento, casi una nimiedad comparado con los dos años de Aíto, los cuatro de Salva Maldonado y, sobre todo, los ocho de Pedro Martínez (en dos etapas). Pero Casimiro ya les ha superado en varias cosas. Nunca antes el equipo claretiano había logrado ocho victorias seguidas en la Liga Endesa, tampoco había levantado un título y nunca se había encontrado a estas alturas tan cerca del liderato de la Liga Endesa: a solo un triunfo a pesar de estar en la quinta plaza.

Con un liderazgo serio, poco mediático y sobre todo sensato, Casimiro está en el camino de igualar o batir la mejor clasificación histórica del club en la Liga Endesa: la cuarta posición del 2013, curso en el que los amarillos, a las órdenes de Pedro Martínez, también lograron el récord de jugar la semifinal por el Playoff y la de la Copa del Rey -que fue mejorado posteriormente por Aíto en el 2016-. Mientras, hasta en cuatro ocasiones ha sido quinto el CB Gran Canaria: 2003 (Pedro Martínez), 2006 (Salva Maldonado), 2014 (de nuevo Pedro Martínez) y 2016 (Aíto García Reneses). Hoy el Herbalife es quinto y va lanzado en una competición más igualada que de costumbre. Por tanto, Luis Casimiro, que ya sabe lo que es ganar la Liga con el Manresa, se encuentra en disposición de clasificarse a los Playoff como cabeza de serie e, incluso, de meterse en la Euroliga. Para ello ha aprovechado todas las semillas que habían plantado sus predecesores en el cargo.

El sello de siempre

La seña de identidad del equipo había sido la de la enorme intensidad defensiva, algo que ha mantenido con firmeza el conjunto de Luis Casimiro. Con Aíto García Reneses, además, se había impuesto el sello de ataques muy rápidos y cortos. En un suspiro se plantaba el Granca, al ritmo de Kevin Pangos, DJ Seeley o Brad Newley, en el aro rival después de rebote defensivo. El estilo que más enamora a los aficionados al baloncesto.

Luis Casimiro ha mantenido esa característica del equipo. Fue fiel a la máxima que dice que lo que funciona hay que tocarlo lo menos posible. Y eso hizo el manchego, tirando de lógica. Eso sí, el Gran Canaria también es muy cerebral y ha potenciado el juego interior. El mayor ejemplo es el del pasado sábado contra el Barcelona. El conjunto claretiano barrió por piernas al cuadro azulgrana en la primera parte. Una exhibición de seriedad defensiva y de velocidad y acierto en ataque llevó a los amarillos a superar por más de veinte puntos al ogro culé. Tras el descanso, cuando el equipo se atascó ligeramente, pausó los ataques con la partitura de Albert Oliver y alimentó por dentro la fuerza de Darko Planinic, que estuvo inmenso con diez puntos consecutivos.

El equipo ha llegado en plenitud a esta recta final de temporada. Lo ha hecho por mucho motivos, por la eliminación en cuartos de final de la Eurocup pero también porque Casimiro ha rotado mucho a los jugadores. Rara vez algún efectivo ha disputado más de 25 minutos en un encuentro y la tónica de la temporada ha sido la de ver a diez jugadores disputar el primer cuarto. Y en la mayoría de choques los doce han competido al menos un minuto. La segunda unidad ha contado con un enorme peso con Kyle Kuric, Albert Oliver o Pablo Aguilar decidiendo partidos de manera muy frecuente.

Argumentos como el cambio de ritmo de Bo McCalebb, la polivalencia de Royce O'Neale o la potencia interior de Darko Planinic y Richard Hendrix, así como la mejoría de jugadores como Anzejs Pasecniks o Pablo Aguilar también han sido claves para que el Gran Canaria se haya mantenido, y mejorado en algunos aspectos, a su versión de la temporada pasada. Casimiro no lo reconocerá, pues también es defensor de un discurso conservador, como el de García Reneses, pero el equipo claretiano está en el camino de superar barreras que parecían inalcanzables a pesar del único lunar de la Copa del Rey, cuando debió ser más 'respondón' ante el Valencia.

De momento, en los 45 partidos que ha dirigido, el equipo ha sumado un histórico balance de 31 victorias y 14 derrotas, el mismo que el mejor récord del club con ese número de encuentros, logrado el curso pasado con Aíto García Reneses al mando. Pero con Casimiro también todo es posible.

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