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Voleibol Superliga Masculina

Toda una vida en la cancha

Paco Sánchez Jover deja el voleibol activo a pie de pista tras 44 años en los que ha hecho de todo

Toda una vida en la cancha

La vida de Francisco Sánchez Jover -Paco para todos- (Murcia, 24 de abril de 1960) no se concibe sin el voleibol. Ha sido lo normal desde que con apenas doce años comenzase a jugar en su ciudad natal con los Capuchinos y luego en el San Buenaventura, hasta que decidió colgar la camiseta, pero seguir vinculado al club como entrenador, en el Guaguas Las Palmas -entonces Gran Canaria-, en el año 1995.

Y ahora, cuarenta y cuatro años después, decide poner punto y final a su relación con las canchas de juego, dado que se retira como entrenador tras una última temporada al frente del 7Islas Vecindario donde perdió la ilusión necesaria para seguir adelante. Sobre todo no por el fracaso deportivo de unas metas pergeñadas y no conseguidas, sino porque, como él mismo dice, "un deportista no puede perder nunca la ilusión y eso ha ocurrido esta temporada en el equipo, no ha habido capacidad de sacrificio, y sin sacrificio y esfuerzo no puedes obtener una recompensa. Me he desengañado al ver que no hubo respuesta en ese sentido, no hubo sacrificio y por eso he decidido apartarme como entrenador", señala Sánchez Jover cuando conversas sobre su decisión.

Una decisión que, en principio, no tiene vuelta atrás, pero que tampoco está cerrada a que, en un futuro no muy lejano, vuelva a los banquillos, cosa que no descarta. "La intención es retirarme definitivamente, pero no me cierro a que si me presentan un proyecto ilusionante me embarque en el mismo. Mi vida es el voleibol y obviamente no podría negarme. Pero, para más de lo mismo, que no cuenten conmigo entonces", señala el ya grancanario, nacido en Murcia.

Capitán de la selección

Haciendo un somero repaso a la vida de Paco Sánchez Jover dentro del voleibol, hay que dividir la misma en tres etapas: como jugador, como entrenador y como dirigente.

En su faceta de jugador, salió de Murcia con apenas 17 años para enrolarse en las filas del Nuestra Señora de Atocha de Madrid -de donde se nutría el Real Madrid, cuando aún tenía sección de voleibol-, y de allí pasó al primer equipo merengue, con el que debutó en 1977 y en el que estuvo hasta que desapareció en 1981 -logró dos ligas y tres copas del Rey con los blancos-, marchándose entonces a las filas del Son Amar de Mallorca, un equipo que su presidente, Damián Seguí, hizo a golpe de talonario.

Allí estuvo, en una primera etapa, hasta 1984 -logró dos ligas, dos copas y un subcampeonto de la Recopa de Europa-, para acto seguido firmar una temporada por el Cisneros de Tenerife, donde no cumple las espectativas y objetivos trazados, por lo que decide regresar a Son Amar y obtiene otros dos dobletes consecutivos hasta que, en los inicios de la campaña 1987-88 firma con el Guaguas Las Palmas, equipo con el que consigue cinco ligas y seis copas antes de retirarse como jugador en activo en 1995.

En esos años es el capitán de la selección española absoluta -ya había sido campeón del mundo junior (Río de Janeiro, 1977) y de Europa también junior (Lisboa, 1978)-, el referente de la roja, con la que disputa la friolera de 380 partidos y logra acumular un palmarés enviadiable, siendo sus logros más destacados el Diploma Olímpico en Barcelona'92; y tres medallas en los Juegos del Mediterráneo: oro en Siria, plata en Francia y bronce en Atenas.

En total acumula 25 títulos nacionales. Y su trayectoria como jugador le valió para ser reconocido y galardonado, el 13 de febrero de 1996, con la Medalla de Plata al Mérito Deportivo, otorgada por la Real Orden del Mérito Deportivo, y aprobada por el Consejo de Ministros.

La etapa de entrenador

Como técnico -obtuvo la titulación de entrenador nacional en el verano de 1982, en el curso realizado en Madrid-, se inicia compaginando las labores de jugador-entrenador en el Guaguas Las Palmas durante su última campaña en activo sobre la cancha, para posteriormente dirigir a los amarillos hasta finalizar la campaña 98/99.

Como técnico del Guaguas logra tres subcampeonatos de liga, dos Copas del Rey y una Supercopa, además de ser finalista del Campeonato de Europa de Campeones de Copa.

Pero el conjunto amarillo, el más laureado del deporte canario a nivel absoluto, entra en decadencia, le acucian los problemas y Paco decide irse de la entidad.

La etapa de dirigente

Es entonces cuando comienza su tercera etapa dentro del voleibol. Una tercera etapa que también compagina con la segunda. Si antes fue jugador-entrenador, ahora será entrenador-presidente.

En 1999 se embarca, junto a Tomy Álvarez -que es el primer técnico del equipo- en la fundación y puesta en marcha del 7Islas Vecindario. Es el inicio de su etapa como dirigente. A partir de 2011, también es entrenador.

"Ser presidente es, quizá, lo más importante. Jugar es bonito y espectacular. Luego, entrenar es mantenerte dentro del mundo que te ha hecho feliz. Pero ser presidente es lo más importante en un club. Es el puesto de mayor relevancia. Hay que tener en cuenta que si no existen buenos dirigentes en nuestro deporte, como en cualquier otro, no existirían entonces los clubes, ni el trabajo de base, ni el formativo, ni el educativo con los jóvenes.... No existiríamos si no hubiese dirigentes, y por eso los políticos son los que deben cuidar muy mucho a esas personas que en la actualidad, y los que vengan en el futuro, se desviven por mantener vivos los clubes deportivos. De lo contrario, nuestro deporte desaparecería", señala Sánchez Jover.

Un Sánchez Jover que, en un principio, tiene en mente dejar también la presidencia del club del Sureste grancanario, pero que señala que "aunque quiero irme del todo, de la presidencia me iré poco a poco. Lo que no voy a hacer, en absoluto, es dejar al club en el abandono".

Y es que uno de los amores de su vida es el voleibol, por lo que Paco Sánchez Jover no quiere desligarse totalmente y, mucho menos, hacer daño a uno de sus hijos deportivos como es el club de Santa Lucía. Por ello, lo de Paco más parece tan sólo un hasta luego más que un adiós.

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