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Herbalife Gran Canaria La entrevista

"Me siento afortunado por poder decidir si retirarme o no"

"Volver es siempre especial, es uno de esos partidos que miras cuando sale el calendario", confiesa el exjugador del Granca y pívot del Estudiantes

Taph Savané celebra una de sus canastas con el Movistar Estudiantes. ESTUDIANTES

¿Cómo está Savané antes de venir a Gran Canaria este próximo fin de semana?

Bien, muy bien la verdad. Acabamos de ganar un par de partidos importantes que nos ha valido de cara a asentarnos en la clasificación y dejar atrás cualquier tipo de fantasma. Y bueno, sabemos que tenemos pocas opciones, pero quedan posibilidades de entrar en el Playoff.

¿Si sigue sintiendo ese cosquilleo al saber que le toca volver a Gran Canaria?

Sí, claro. Sigue siendo muy especial por todas las razones obvias que te puedes imaginar: jugar contra el equipo de toda tu vida, contra excompañeros, contra amigos, volver a ver tantas caras conocidas. Eso sí, al haber pasado por ello antes, lo llevas cada vez mejor. Será emocionante y especial. Volver a la Isla siempre es especial, es uno de los partidos que siempre miras cuando se sortea el calendario.

¿Los años dan aplomo para afrontar estas situaciones o todo lo contrario por eso de que las temporadas corren y se va llegando al final?

Hay un poco de las dos cosas. Por un lado está la experiencia en este tipo de días, de regresos. Por ejemplo, me acuerdo de que la primera vez que volví a Gran Canaria, no fui muy consciente de todo lo que pasaba por todas las emociones que viví. En ese lado estás más preparado. Sin embargo, ahora hay otro componente, lo encaras como lo que es: posiblemente, mi último partido allí. Eso le da otro valor. Espero poder disfrutar de cada momento este fin de semana, de cada momento del partido, y no vivir en esa nube que haga que me pierda todo [se ríe].

Habla de lo que podría ser su último partido en la Isla. ¿Lo tiene decidido?

No está decidido, no. Encaré la temporada pensando en el objetivo que teníamos aquí en el Estudiantes, que era asentar al club en una zona más tranquila que en los últimos años. Eso se ha logrado con creces. En el momento en el que eso fuera casi matemático, me planteaba pensar en lo mío personal. Así que después de estos dos últimos partidos pues estoy meditando esa decisión. Desde el lado opuesto se me ha dejado claro que no me van a meter ninguna prisa para tomar decisiones. Eso es algo que ayuda muchísimo, que da tranquilidad a la hora de poder pensar las cosas detenidamente.

¿Qué decantaría la balanza?

Muchos factores. Cuando hablas de la retirada, me he encontrado mucha gente que me dice: 'Pero si todavía estás jugando minutos buenos con tu equipo, ¿por qué te lo plantearías?' Y yo siempre contesto que no hay que seguir jugando al baloncesto, fútbol o lo que sea hasta que te echen; tú también puedes decidir parar aunque te veas con ganas y con fuerzas. Cada momento que le dedicas al baloncesto son momentos que le quitas a otras cosas de tu vida y de tus otras pretensiones a nivel profesional.

En ese horizonte que se le plantea sin baloncesto, ¿qué hay?

Muchas cosas que todavía no puedo compartir públicamente [se vuelve a reír]. Como ya llevo varios años amenazando con la retirada ha ayudado a empezar a plantear cosas fuera y ver otros caminos que seguir. Puedo decir que a día de hoy tengo tres caminos claros delante que elegir y seguir jugando un año más en el Estudiantes es uno de ellos, los otros dos me llevarían a la retirada.

Y esos dos caminos que implican la retirada, ¿pasan por el balón o por el atril?

[Suelta una carcajada] Ya me estás tirando mucho de la lengua, es bastante más de lo que he dicho hasta ahora. El primer paso es ver si seguiré jugando o no. Ahora mismo estoy en esa parte, intentando quitarme influencias externas, que es complicado, para tomar la mejor decisión posible. En cualquier caso, me siento afortunado por poder decidir si retirarme o no. Muchos deportistas llegan a este momento sin esa posibilidad y yo quiero aprovecharlo.

¿Le ha caído algún mensaje de sus excompañeros de por aquí?

Mantenemos el contacto con la gran mayoría. Creo que todos vamos tan metidos en el día a día que estamos pillados por todos lados. Pero bueno, seguro que caerán cuando el momento se acerque.

Volviendo al verano pasado y tras una primera salida turbia del Granca, ¿cree que volvió a irse de una manera rara?

No, no me fui con esa sensación. Por mi lado, lo miré de una manera clara. Yo sabía lo que quería: buscaba seguir jugando y tener una verdadera posibilidad de aportar en la cancha. Por esa razón sigo jugando. Vi que eso no iba a ser muy viable en el Gran Canaria por lo que no tenía sentido plantearse seguir ahí. Entonces, tomé la decisión de aceptar la propuesta del Estudiantes y de Salva Maldonado. Sabía que iba a pasar lo que pasó y estoy teniendo la oportunidad de ayudar al equipo, de aportar, de disfrutar del baloncesto un año más estando a gusto para acabar con un buen sabor de boca si lo dejo.

Desde la distancia, ¿cómo ve al Herbalife?

Bien, bien. El año empezó de manera extraordinaria con la Supercopa que quizá hay gente que se creó unas expectativas que subieron demasiado. Pero mirando las cosas de manera objetiva, se ha conseguido el primer título en la historia del club y están en el grupo de arriba, a un par de victorias del líder de la competición. En la Copa se encontraron con el Valencia, uno de los mejores de la liga, y en Eurocup, un poco lo mismo, al toparse con el Hapoel Jerusalén. Para mí que estén en este grupo de seis equipos que están tan arriba en la clasificación, dice mucho de la temporada que están haciendo.

Por lo que ha palpado este curso en el Estu, uno de los clubes míticos de la ACB, ¿se siente identificado con la filosofía que pregona la entidad?

Sí, la verdad que bastante. Cuando he ido fuera del Granca, he tenido la suerte de estar en dos clubes históricos de la competición, como son el Joventut y el Estudiantes, con una manera de entender el baloncesto similar, donde la cantera tiene mucha importancia. Se habla mucho de los valores que puede aportar el baloncesto a los jóvenes y la verdad es que me ha gustado mucho hacerlo, más en este tramo de mi carrera. Mi faceta de profesor la he podido utilizar especialmente, más con Salva Maldonado que me da rienda suelta para poder hacer casi un ayudante más dentro del equipo.

Padre en Badalona y padre en Madrid...

No es casualidad cuando estoy con Salva. Fue un factor importantísimo a la hora de ir a Badalona y de venir aquí. Son dos clubes históricos donde he podido coincidir con un entrenador con el que he pasado media carrera. Sabía que aquí iba a poder aportar en el día a día y también en la cancha. Así ha sido.

Sin hacer ruido se han colocado a dos victorias del Playoff.

Sí. Hace poco tenía esa conversación con periodistas de aquí. Cuando llegamos al principio de la temporada el club nos pidió una cosa muy clara: 'No queremos sufrir'. Después de tres años sufriendo, no queríamos sufrir para nada y la palabra salvación o descenso no ha aparecido en todo el curso. Pero, por otro lado, sí que se ha nombrado la palabra Playoff, aunque sabemos que es muy difícil tras perder en Andorra. A pesar de ello, es todo un éxito llegar a este tramo de la temporada y tener esas posibilidades, más considerando que es el año I de Salva Maldonado aquí.

Si como admitió antes igual este es su último partido en Gran Canaria y su última temporada como profesional, si le llega ese momento de la retirada, ¿cómo le gustaría ser recordado por la gente?

Como un gran profesional, un jugador que siempre ha procurado dar todo lo que tenía dentro para su equipo y que espero haber logrado hacerlo. Me siento muy orgulloso de todas mis temporadas como profesional. En el Granca lo hice desde la permanencia, hasta meternos en Playoff o clasificarnos para la Copa del Rey.

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