"Solo fallas el 100% de los tiros que no intentas". La frase no es de un jugador de baloncesto. La pronunció el canadiense Wayne Gretzky, uno de los jugadores más influyentes de los últimos tiempos en el hockey sobre hielo, para muchos, el mejor de la historia. En ese puñado de palabras, el canadiense invita a probar, a no perder la confianza, a no pensar en lo que no fue y sí en lo que sucedió. Una sentencia que invita a la acción, al movimiento.

Algo así deberá interiorizar el próximo jueves (21.00 horas, Movistar Deportes 2) el Herbalife Gran Canaria y olvidar lo que pasó hace un par de días en Vitoria. Porque en el primer partido de la eliminatoria frente al Baskonia dejó el peor día del Gran Canaria en anotación y también en porcentaje de acierto en tiros de dos (29%) y tiros de campo (30%) de toda la temporada en la Liga Endesa. Un lastre que terminó por condenar al Granca hasta ceder el 1-0 en la serie de cuartos de final.

En los 32 partidos de competición regular, el Herbalife Gran Canaria nunca tuvo unos números tan pobres. Lanzó 62 veces a canasta y solo anotó en 19 ocasiones para firmar un paupérrimo 30% de acierto en tiros de campo. Pero el problema más sangrante llegó en los tiros de dos puntos con un triste 29% de acierto (12/41).

Analizando la carta de tiro que clavó el equipo claretiano en el Fernando Buesa Arena se extraen ciertas conclusiones. Bajo el aro, el Herbalife tuvo un problema más que serio. Ahí solo un hombre fue capaz de hacer un mínimo daño entre las torres del Baskonia: Anzejs Pasecniks. El letón fue el único pívot puro del Granca que anotó en la zona: seis puntos en cinco lanzamientos interiores. Solo sus largos brazos pudieron dar al Herbalife algo de oxígeno entre Johannes Voigtmann e Ilimane Diop, siempre bien custodiados por 'Toko' Shengelia y Kim Tillie.

En esa brega bajo aro, en una lucha de golpes y potencia, Darko Planinic acabó rendido con un 0/4 para él en la pintura en la que fue su casa el curso pasado. Solo Pablo Aguilar pudo ayudar algo por dentro con tres canastas donde pisó la pintura -incluyendo un mate-.

La intimidación que impuso el Baskonia se vio en otro de los aspectos ofensivos que mejor maneja el Granca: las penetraciones de McCalebb. El de Nueva Orleans no encontró apenas opciones de bandeja y cuando lo hizo siempre se estampó. Ni una sola en todo el partido.

Los problemas para el Gran Canaria no los redujo ni siquiera la línea del 6,75. Porque ahí, aunque el Granca hizo un decente 33% de acierto -cerca del 35,02 % con el que acabó al temporada regular-. Lo que sí que no hizo fue quedarse cerca de su registro en el lanzamiento de dos: 55,65% al término de la liga regular.

Pero otro dato preocupante del Herbalife Gran Canaria en Vitoria fue que hasta siete jugadores se quedaron sin anotar canastas de dos puntos a pesar de intentarlo (Richard Hendrix, Albert Oliver, Darko Planinic, Sasu Salin, Eulis Báez, Oriol Paulí y Xavi Rabaseda).

Y así ganar resulta casi imposible. El camino el Granca lo sabe: defender como si le fuera la vida en ello y atacar como un bloque. Lo hizo en la primera vuelta cuando apabulló en Siete Palmas al Baskonia con Chase Budinger y Rafa Luz -hoy lesionados-. Seguir la frase de Wayne Gretzky y no tener miedo al fallo es una buena premisa para el jueves. Solo así la mano responderá.