El CB Islas Canarias, una de las partes implicadas en el caso 'William Pepe Yao', ha evitado pronunciarse al respecto. LA PROVINCIA/DLP desveló que el CB Gran Canaria fichó en 2012 a un jugador -de nacionalidad costamarfileña y pareja de Vanessa Blé, entonces jugadora del club de La Paterna- para su filial, pero que no llegó a jugar ni un solo minuto en la competición. Además, en dichas informaciones, también se reflejaba que en el contrato que ligaba a ambas partes -el jugador y el Granca-, la firma que -supuestamente- correspondía al deportista no coincidía con la del propio pasaporte del atleta africano.
Por su parte, Domingo Díaz, presidente del Islas Canarias, que pidió al CB Gran Canaria por escrito que realizara las gestiones para traer a William Pepe Yao hasta la Isla, haciéndose "cargo de los gastos que generara, así como de las responsabilidad del jugador una vez se encontrara en España", no quiso hacer declaraciones personales sobre las informaciones publicadas por este medio.
Sin embargo, el club dirigido por Domingo Díaz y Begoña Santana, defiende la "normalidad" de la operación que trajo a España a William Pepe Yao, pareja sentimental de Vanessa Blé. La postura de la entidad de La Paterna se sitúa cercana de la que el CB Gran Canaria hizo pública a través de un comunicado oficial remitido a este medio, donde "niega que haya falseado el fichaje del jugador William Pepe Yao para la regularización en este país de su situación".
Y es que desde el club femenino, al igual que el CB Gran Canaria, aseguran que el deportista costamarfileño pasó un periodo de prueba en La Vega de San José. Algo que se sitúa en contra de lo que sostienen Pablo Melo, entrenador del filial del Granca aquella temporada, y de Raúl Rodríguez, director de cantera por aquel entonces, en declaraciones recogidas por este periódico. "Ni lo vi, ni lo conozco, ni sé quién es", explicó el técnico conejero en este medio.
El Islas Canarias también defiende la contratación del jugador para este periodo de prueba donde alegan una práctica que consideran habitual para cumplir con los requisitos legales con jugadores procedentes del extranjero, al igual que asegura el Granca en el comunicado enviado a esta cabecera. "En esta tesitura se enmarca la actuación del club respecto a la obtención del permiso de residencia de modo que estuviera habilitado para solicitar su licencia federativa si fuera el caso", dicta el documento.
Algo que en casos similares no hizo el club claretiano con otros jugadores, a los que primero les ofreció una prueba técnica y, en función de la valoración final, les propuso un contrato -o beca- o no.
El club de La Paterna, al igual que hizo el Herbalife Gran Canaria en el escrito que dirigió a la redacción de este periódico, desliza que la contratación de William Pepe Yao fue fruto de las buenas relaciones que manienten los clubs, en virtud de las sinergias deportivas que pueden encontrar las dos instituciones de la mano. Además, aseguran que no es la primera vez que ambos clubes se han posibilitado la incorporación de un jugador.
Algunos de los otros casos de esas sinergias que aducen ambos clubes para alcanzar ciertas contrataciones fueron los del escolta-alero francés Bienvenue-Antoine Kindoki, procedente del Limoges e internacional júnior con Francia, que llegó al filial amarillo por el fichaje de su novia Marie-Laure Fleury por el Islas Canarias en 2001; la prueba que realizó el equipo femenino a la mujer del exclaretiano Jason Klein, exjugadora universitaria; el interés que tuvo en contratar el equipo de Domingo Díaz a la esposa de Brad Newley, Brigid, internacional australiana; o la llegada de Estela Royo, pareja del ala-pívot Pablo Aguilar, el pasado curso. Una relación, que según admite el Islas Canarias, "se estira desde hace más de 20 años" y que sigue siendo estrecha.
