Más de 2.500 efectivos de las Fuerzas de Seguridad y de servicios de emergencia trabajarán el sábado 27 de mayo por que la final de la Copa del Rey de fútbol transcurra sin incidentes, objetivo para el que, entre otras medidas, se prohibirá el tránsito de vehículos de más de 3.500 kilos por la zona.

El partido -considerado de alto riesgo y con España en nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista- se celebrará en el estadio Vicente Calderón, en cuyo entorno no podrán circular camiones ni demás vehículos pesados desde las dos de la tarde hasta la una de la mañana del domingo.

Felipe VI presidirá la final de la 113 edición del torneo, acompañado por miembros del Ejecutivo central, y de las comunidades de Cataluña, País Vasco y Madrid.

Se habilitarán dos zonas para los aficionados de los equipos -en el Matadero la de los del Barcelona y en el parque de la Cuña Verde la de los del Alavés- y se controlará el acceso a las mismas.

Se aconseja a todos los asistentes al partido que acudan al Calderón con tiempo suficiente para superar los controles de seguridad. Las entradas son nominales y se comprobará que los datos de los aficionados coincidan con los que figuran en ellas.

El dispositivo -que contará con 1.600 policías nacionales- lo coordina la Delegación del Gobierno en Madrid tras una reunión mantenida hoy con representantes de la Federación Española de Fútbol, Casa Real, de los clubes, de la Policía Nacional, la local, Samur, Bomberos y Cruz Roja.

Se da por hecho que el Vicente Calderón se llenará con 54.907 asistentes, de los que 50.392 serán aficionados, una vez descontados los espacios reservados para prensa y para la Federación. Se han repartido 19.500 entradas a cada club finalista.

La seguridad correrá a cargo de 1.600 policías nacionales y de otros 900 agentes municipales, personal de la Federación y efectivos asistenciales de Samur, Protección Civil y Cruz Roja.

La Policía Nacional movilizará efectivos de las UIP (antidisturbios), de la Brigada Móvil, motos, caballería, Unidades de Prevención y Reacción (UPR), guías caninos, especialistas del subsuelo, radio patrullas, helicópteros y miembros de la oficina del Deporte.

La limitación de circulación de vehículos pesados afectará al espacio comprendido entre la calle Segovia, la Ronda de Segovia, la Glorieta de Puerta de Toledo, Embajadores, Acacias, Pirámides, Yeserías y el río Manzanares.

Las áreas destinadas a aficionados estarán abiertas de diez de la mañana a siete de la tarde. Este año se instalarán controles de acceso a esas áreas para evitar que se introduzcan objetos punzantes, vidrios y otros elementos que puedan provocar problemas de orden público.

Desde la estación de Atocha, habrá indicaciones para los aficionados que lleguen en tren. Además, el club catalán dispondrá autobuses lanzadera para llevar a sus aficionados a la zona del Matadero.

En cuanto al tráfico, se espera que los aficionados del Barcelona viajen en 64 autocares, en tren y en avión y que los del Alavés se desplacen en 70 autocares. Esos vehículos aparcarán en los paseos de Yesería y de la Chopera y en Vía Carpetana para limitar las molestias a los vecinos de la zona y al tráfico rodado.

La Guardia Civil de Tráfico reforzará su presencia en las carreteras de acceso a Madrid desde el norte y desde el noreste (M-40, A-2, R-2 y A-1).

La empresa municipal de transportes (EMT) modificará el recorrido de las líneas 18, 23, 34, 35, 36, 62, 116, 118 y 119. Una vez terminado el partido, pasarán por la zona cuatro líneas nocturnas: N12, N15, N16 y N26. Los trenes de Cercanías entre Pirámides y Atocha doblarán el número de vagones