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Herbalife Gran Canaria Actualidad

La decisión de Betancor de dimitir coge al Cabildo por sorpresa

La institución no esperaba la renuncia del exárbitro a seguir liderando la entidad claretiana

Ángel Víctor Torres, consejero de Deportes, y Miguelo Betancor, presidente del Gran Canaria, en el acto de presentación de las camisetas Adidas. LP / DLP

La decisión de Miguelo Betancor de abandonar la presidencia del CB Gran Canaria será inmediata, sin contemplaciones. Una salida que ha cogido a contrapié al Cabildo Insular, que no esperaba una resolución tan inmediata en el fin de la relación del exárbitro internacional con el club claretiano. Algo que, por otro lado, dista mucho con la sensación interna que vivía el club, y también con la de parte del círculo del baloncesto grancanario, que no se ha visto sorprendido por la decisión de Miguelo Betancor de hacerse a un lado.

Sin cumplir ni siquiera los dos años como presidente del Herbalife, Betancor se irá del club claretiano. Y es que el exárbitro inició su mandato en el Granca en septiembre de 2015 y, tras el cierre de la primera temporada completa bajo su gestión -la primera con él como presidente estuvo diseñada en parte por la anterior junta rectora-, finalizará su ciclo.

El Cabildo de Gran Canaria, máximo accionista del club a través de la Fundación Canaria del Deporte, apostó por Miguelo Betancor para que asumiera la dirección de la entidad claretiana en una decisión consensuada -solo contó con las abstenciones de Partido Popular y Unidos por Gran Canaria en el Consejo de Administración en el que se aprobó su cargo-. Un mismo Cabildo, con Ángel Víctor Torres al frente de la consejería de Deportes, que ahora se ha visto sorprendido ante esta decisión de Betancor.

A la espera de que la dimisión de Betancor sea efectiva, el Cabildo de Gran Canaria y Ángel Víctor Torres tienen un nuevo frente abierto: encontrar un sustituto para Betancor, que atesoraba un perfil muy exquisito. Su experiencia como árbitro internacional de prestigio -llegó a dirigir la final olímpica de Atlanta 96-, su trayectoria con el silbato en Liga Endesa o su pasado como director general de la FIBA en Europa, le otorgaba la aureola necesaria para llegar a ser influyente en círculos como los de la ACB y la Euroliga, lugares donde el Granca busca ganar peso.

La idea del Cabildo de Gran Canaria era otorgar a Betancor capacidad de maniobra en las decisiones más importantes del club y cierta libertad para actuar, algo con lo que ha cumplido. No obstante, la imposibilidad de Miguelo Betancor para sacar adelante su plan estratégico para el club, un proyecto en el que se han dado pocos avances, ha distanciado a Betancor de la cúpula del Cabildo.

Ese rastreo que tendrá que empezar el Cabildo de Gran Canaria será intenso con la próxima temporada asomando en septiembre, donde la Isla acogerá la Supercopa 2017, en un acuerdo entre el ente Insular y la ACB donde el sello de Betancor fue clave.

Sin la figura de un presidente ejecutivo -no se recibe ninguna retribución por asumir el cargo- y con los cambios de color en el Cabildo cada cuatro años, la presidencia del Granca se ha convertido en un lugar inestable. Porque desde que Lisandro Hernández dimitió en 2010 tras 20 años en el club, la entidad ha tenido tres presidentes -Agustín Medina, Joaquín Costa y Miguelo Betancor- con dos dimisiones en apenas seis años -los que transcurrieron de Medina a Betancor-.

Pero si al Cabildo, que prefiere mantener silencio hasta que la dimisión se haga efectiva, este asunto le ha cogido desprevenido, no tanto a parte del mundo baloncestístico grancanario, ni tampoco dentro del propio club. Desde hace semanas, el extremo de la dimisión de Miguelo Betancor era un hecho que se presagiaba. Su ausencia en la última Asamblea de la ACB y otros detalles del día a día de la entidad marcaban ese punto. Tampoco en círculos como la Asociación de Veteranos de Baloncesto, donde figuran nombres como José Antonio Henríquez o Carmelo Cabrera, alguno de ellos sondeados en otro momento. Todo con Lisandro Hernández, expresidente del Granca, de fondo. Ahora al Cabildo le toca volver a elaborar un nuevo cásting.

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