Cariacontecido, pero orgulloso del esfuerzo de sus jugadores, terminaba el encuentro Israel Quintana, entrenador del Villa Santa Brígida. A pesar de la derrota en casa ante el Rápido de Bouzas por 0-1, el técnico no tira la toalla y espera que, en el choque de vuelta, su equipo sea capaz de revertir la situación.

El míster señalaba que "quedan 90 minutos" de la eliminatoria y se muestra seguro de que "vamos a dar la cara" el próximo fin de semana a Vigo . "No queda otra que seguir trabajando y continuar siendo competitivos", argumentaba.

Reconoce que la primera acción del encuentro, el gol fantasma que el colegiado no concedió, "habría cambiado bastante la situación". Además, considera clave el tanto anotado por el Rápido de Bouzas en la primera mitad, porque considera que su equipo hasta ese momento había tenido minutos muy buenos de juego.

No le sorprendió a Israel Quintana el encuentro que hizo su adversario, más preocupado de no perder el orden, tapar todas las vías de creación del rival y aprovechar una de las opciones de marcar que se le presentara: "Venían a esto y lo han logrado, ya sabíamos que tenían poco fútbol".

Una vez solventado el primer round de la eliminatoria, el entrenador del Villa Santa Brígida ya piensa en el duelo definitivo en tierras viguesas.

"Tenemos que ir a hacer nuestro partido, con nuestras armas, porque no nos vale otra cosa que ganar; ahora nos conocemos un poco más e intentaremos hacerles daño", explicaba el entrenador del cuadro satauteño.

Deberá mejorar su equipo en cuanto acierto ante el gol frente al cuadro gallego, pues el equipo que dirige desde el banquillo Patxi Salinas se ha caracterizado en la actual temporada por encajar muy pocos tantos. Solo 24 le han hecho, algo que ha sido clave para acabar segundo en su grupo de Tercera.